miércoles, 13 de abril de 2011

GUISO OLIMPICO


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GUISO OLÍMPICO
Jesús Elorza
Los Dioses del Olimpo cansados de la milenaria rutina alimenticia de saciar su sed con néctar, una bebida dulce hecha con miel fermentada, y ambrosía, una mezcla cruda de agua, miel, aceite de oliva, queso y cebada. La ternera y el cordero eran, también, sus alimentos favoritos. Decidieron por unanimidad cambiar su menú.
El Rey Zeus, manifestó que había oído hablar de una comida muy especial preparada con un manejo clandestino de los ingredientes y cocinada a fuego lento con mezclas dolosas de  transferencias y colocaciones. La totalidad de las especies se conseguían a precios diferenciales en el mercado paralelo. La Reina Heras, intervino para decir “mi amor, eso se llama guiso”.
A través de la línea celestial, se comunicaron con el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) que era su representante terrenal, para solicitarle mayor información al respecto. Jacques Rogge sorprendido por la llamada, ya que la ultima se la habían hecho al Barón Pierre de Coubertin en 1894, luego de mostrar el agradecimiento por tan alto honor de haberse comunicado los Dioses con él, procedió a indicarles que en los archivos de la organización aparece que el mejor guiso olímpico es el venezolano.
El Chef Eduardo, no solo tiene “El Pimentón  de Oro” por estar presente en todos los guisos; si no que, también ha sido galardonado con  3 estrellas Michelin.
Su mejor plato es “Dólares a la Fricassé”el cual se prepara de la manera siguiente:    
Una vez obtenidos los dólares por vía de las asignaciones del COI para el programa TOP, en suma cercana a los 300.000 y luego de rebuscar otras ayudas através de la Organización Deportiva Panamericana (ODEPA) de aproximadamente 120.000 dólares para la asistencia a los Juegos Panamericanos a celebrarse en Guadalajara este año, acuda al Mercado Negro, para lograr un cambio de divisas muy superior al cambio oficial. Si usted es un funcionario de gobierno, no se preocupe por lo ilegal de la compra.
Con los billetes en la mano, monte su olla y póngalos a hervir a fuego lento, mientras con las manos en la masa prepara el grupo de facturas por cobrar. Recuerde siempre tener el sartén por el mango, no delegue en nadie el cobro de sus gastos personales o institucionales. Muchas manos en la sopa, ponen el caldo morao.
 Si alguien pregunta, tome una muestra de la olla y luego de invitar al preguntón a saborearla, dígale su receta preferida “Cobrar primero, averiguar después”.
Si la Contraloría, hace algún reparo sobre como se han manejado los condimentos en eventos anteriores tales como, los Juegos Escolares realizados en Puerto Rico, no se preocupe por ello, concéntrese en su guiso.
Una vez que cobre lo suyo, si queda algo riegue las burusas, para que otros coman; teniendo sumo cuidado de que no lleguen al plato principal. No se olvide de maquillar el informe económico, utilice el mecanismo de “cuentas por cobrar” y después señale que son ¡incobrables! Un buen guisador nunca revela sus operaciones de mercado ni  el fruto de sus ganancias.
Preferiblemente sirva la mesa, en el comedor de otra casa de su propiedad  ubicada al lado de la sede olímpica y cuya remodelación haya  sido surpevisada por un ingeniero de su plena confianza, ya que los gastos serán sumados al lote de facturas por cobrar. Si durante la cena, alguien señala que hay una duplicidad de gastos, puesto que el Ministerio del Deporte dio 200 millones para el pago de deudas y supuestamente estas se cancelaron con los recursos olímpicos, explíqueles que el aporte gubernamental se utilizo en la ensalada y el postre del Festín de Baltazar.
Atenea, diosa de la sabiduría, la educación y protectora de los héroes al terminar de revisar el recetario del guiso criollo, expreso “si probamos esa exquisitez, terminaremos enjuiciados y presos en una cárcel terrenal”. Zeus, la interrumpió para decirle: no te preocupes, las focas de los tribunales de justicia, las designo yo.

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