ACABANDO CON VENEZUELA

ACABANDO CON VENEZUELA

Jesús Elorza

El Viernes Santo, en horas de la tarde, una noticia impactó a los funcionarios de la Contraloría General de la Republica. El jefe máximo había sido llevado de emergencia a una clínica privada, por presentar graves problemas de salud.

De inmediato se activo una red de comunicación entre los altos funcionarios de ese despacho para conocer los detalles del caso. La secretaria privada del Contralor, que se encontraba disfrutando de las playas de Cancún, fue la primera en activar su red en Twitter y preguntarle al mundo “@spCGR ¿Qué le pasó a mi jefe? El director general, desde Orlando, colocó en su muro de Facebook “si alguien tiene información sobre el estado de salud de mi amigo Clodo, por favor notifíquenme por esta vía.

Como era de esperarse, ante la falta de información, comenzaron a circular los rumores. Unos hablaban de un infarto, otros de un accidente automovilístico y los más audaces sostenían que se había caído en uno de sus yates en Río Chico y se produjo una contusión cerebral.

Los altos funcionarios decidieron suspender sus vacaciones y regresar de inmediato al país, para conocer de primera fuente la verdad de los hechos. Así, el sábado de gloria, decidieron hacer su vigilia pascual en el Centro Medico de la Trinidad, lugar este donde estaba hospitalizado su jefe. Todos coincidieron en afirmar, que ese lugar era muchísimo mejor que cualquiera de los CDI del gobierno. Con razon, ningun burocrata revolucionario cuando se enferma busca que lo atiendan en Barrio Adentro.

Al reunirse con el jefe de los médicos, este les informo que el paciente sufría del Síndrome “Acabando con Venezuela- ACV-”Enfermedad que estaba presente en su organismo desde hace 12 años y que produce en el cuerpo humano severos trastornos visuales, auditivos y en la mecánica articulatoria y/o rítmica de la palabra como unidad de la expresión verbal. En otras palabras, el Contralor General de la Republica es ciego, sordo y mudo. Típica enfermedad en los funcionarios públicos genuflexos ante el poder. Ese virus tiene alojado mas de una década en su organismo y la descompensación de ayer debe haber sido producto de una situación estresante que lo llevo a la perdida de conocimiento.

La secretaria privada, atenta a la explicación medica, recordaba haberle dicho al Contralor que no se metiera con el expediente de Makled, a lo mejor no me hizo caso y se asusto con lo que leyó y esto le provoco el colapso. Los consultores jurídicos del despacho, aseguraban que el ACV del contralor se produjo cuando el vicepresidente Jaua le notifico que ahora ¡Los auditores venezolanos se formaran en Cuba! ,  fuimos testigos de la arrechera que agarro y en ese momento pensó en renunciar antes de que nombraran a un cubano para sustituirlo en el cargo. Así me pagan, a pesar de haberlos protegido todos estos años, fue lo último que le escuchamos decir antes de desmayarse.

Mi jefe, dijo uno de los auditores, siempre estaba dormido en su oficina y ese día, su sueño fue interrumpido por una llamada de Miraflores, y como ese teléfono rojo nunca sonaba, creyó que era un golpe de estado y que al Comandante Presidente lo habían derrocado. Esa impresión le produjo el desmayo. Igual que en el 2002, la historia vuelve a repetirse.

Algunos de los presentes optaron por taparse los ojos, los oídos y la boca para ver si los tomaban en cuenta a la hora de nombrar al sustituto del contralor.