OPERACIÓN BOLOÑA
Jesús Elorza
A su regreso de Cuba, el Ministro del Deporte convocó a una reunión a todo su cuerpo directivo para evaluar los resultados de las operaciones económicas realizadas en el área deportiva del alto rendimiento. Cual “Rico Mc Pato” se frotaba las manos en la medida que iba escuchando el informe de las ganancias producidas por el cobro de las comisiones. Nunca imaginé que a tan corto plazo los dividendos se multiplicaran tan aceleradamente. Gracias a los camaradas de la isla, logramos implantar un “Modus Operandi” para controlar absolutamente todo lo relativo a un evento deportivo nacional o internacional que se celebrase en el territorio venezolano.
El primer paso, fue el de modificar la Ley y su Reglamento para centralizar oficialmente la actividad y establecer un Fondo que acumulase inmensas cantidades de dinero para “el desarrollo deportivo”. Posteriormente, invitamos a las Federaciones Deportivas a que solicitaran la sede de eventos internacionales, con el compromiso de nuestra parte de aprobarles los presupuestos respectivos para ese propósito. Muchas de ellas mordieron el anzuelo. Inmediatamente, anunciamos la nueva política del ministerio para el otorgamiento de los recursos económicos y presentamos el Modelo de Contrato que iba a regir de ahora en adelante. En el mismo se establecía claramente que el ministerio iba a controlar todo lo relativo a contrataciones, compra de materiales y comercialización de los eventos, dejando a las Federaciones solamente un papel figurativo o de tonto útil. A pesar de que dicho contrato fue rechazado por las entidades deportivas federadas, en la práctica, el mismo se puso en ejecución. Los servicios de transportación, alojamiento y alimentación fueron controlados por empresas identificadas plenamente con nuestra política.
Pero, el propósito central, siempre estuvo vinculado a las grandes erogaciones de dinero y para ello, nuevamente le dimos un caramelito a los federativos, al ofrecerle la construcción de nuevas instalaciones o a la total recuperación de las existentes y dotarlas de nuevos equipos. Era imposible que dicha oferta fuese rechazada y al obtener la aprobación por parte de ellos, pasamos a la segunda fase: Declarar la emergencia y otorgar los contratos a dedo y comprar los equipos a través del Ministerio. Solo quedaba lo referente a la comercialización del evento y para evitar sorpresas de ultima hora, dimos el puntillazo final, al quitarle su ultimo vestigio de autonomía y designar por vía del Ejecutivo Nacional, las autoridades del Comité Organizador, quedando como debe ser la mayoría absoluta de sus integrantes y los principales cargos en nuestras manos. A los federativos solo le dimos carguitos de consolación para que no se arrecharan. Eso si, después le permitiremos cortar la cinta e inaugurar el evento, los condecoraremos y los entrevistaremos por VTV para sobarle su ego mientras nosotros manoseamos los billetes.
La recolección de las comisiones, no menor del 20% en cada renglón nos hará pasar a la historia como “Los Comandantes de la Operación Boloña ”. Para mañana, terminó diciendo el ministro, publicaremos un decreto en donde estableceremos la obligación que tiene cada federación de solicitar para este año (antes del 7-0) un campeonato de jerarquía internacional y al Comité Olímpico que estudie la posibilidad de gestionar ¡¡¡el cambio de sede de los juegos olímpicos de Londres para Sabaneta!!!!....y si eso ocurre ingresaremos a la lista Forbes como los hombres mas ricos sobre la tierra.
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