sábado, 14 de abril de 2012

MICROFONO FATAL      
Jesús Elorza
                                                        
Pedro, uno de los fanáticos del equipo de béisbol Tiburones de la Guaira, regresaba muy contento a su casa por haber conseguido uno de los libros que siempre había querido leer  El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde” novela escrita por Robert Louis Stevenson. El libro es conocido por ser una representación  de la psicopatología correspondiente a un desdoblamiento de personalidad.
Esta noche, después de la cena me lo leo completico, y en efecto así lo hizo. A eso de las 4 de la madrugada el sueño lo venció. La lectura se mezcló con los efectos de una opípara  cena y le provoco una pesadilla.
 En su sueño, veía como uno de sus ídolos favoritos al igual que el protagonista de la novela se iba transformando en un ser irreconocible. Dada su destacada actuación como jugador en las grandes ligas y su exitoso desempeño como manager de los Medias Blancas de Chicago que lo llevo s conquistar el gallardete de la Serie Mundial paso a ser centro de atención de los medios de comunicación. Al ver un micrófono se transformaba en un bocazas y oportunista analista politico.
Su locuacidad y permanente jodedera lo hizo consulta obligada de los periodistas que cubrían la fuente del béisbol. Expresaba sus ideas con tal franqueza que muchos lo comenzaron a llamar “El enfant terrible del béisbol”. Calificativo referido a una persona cuyas opiniones se apartan de la ortodoxia. Sus primeras declaraciones estuvieron enmarcadas en el contexto político cuando se negó  rotundamente en el año 2005 a realizar la tradicional visita a la Casa Blanca, pautada para los campeones de las principales 4 disciplinas deportivas en los Estados Unidos (Fútbol Americano, Béisbol, Baloncesto y Hockey). Sin embargo, Guillén aceptó visitar al presidente venezolano Hugo Chávez, acompañado con una bandera nacional como parte de la celebración por el triunfo en el Clásico de Otoño.
A partir de ese hecho comenzaron a sucederse las declaraciones sobre distintos temas de contenido político que los periodistas las calificaban como “Ozzie Moments”.
En junio de 2006, llamó “homosexual” al columnista del Chicago Sun-Times Jay Mariotti. Posteriormente, se disculpó por haber ofendido a los homosexuales, aunque no retiró sus comentarios contra Mariotti. En mi pais, le digo Marico a cual quiera y no se arrechan por ello, fue su mordaz y agresivo comentario. Estaba molesto por el hecho de tener que disculparse.
En agosto de 2010, aseguró que los jugadores asiáticos eran tratados mucho mejor que los latinos, alegando que mientras la Major League Baseball le facilita intérpretes a los primeros, los peloteros latinos tienen que aprender rápidamente el idioma inglés para poder comunicarse con sus compañeros, coaches y periodistas, debido a que no reciben ayuda de traductores.
También en el año 2010, se manifestó en contra de, para ese entonces nueva, la ley de trato con los inmigrantes ilegales en Arizona. El venezolano describió a los inmigrantes ilegales como “adictos al trabajo” y aseguró que "Estados Unidos sin ellos no podría sobrevivir".
“Hay muchas personas en este país (Estados Unidos) que son flojas, en cambio, nosotros no. Si no están de acuerdo, demuéstrenme que estoy equivocado. Mucha gente en este país quiere estar en la computadora y enviar e-mails a otros. Nosotros hacemos el trabajo duro. Nosotros somos quienes salimos a allá afuera y trabajamos bajo el sol para hacer de este un mejor país.
En abril de este año declaró: “Amo a Fidel Castro”, en la edición online de la revista Time, añadiendo que admiraba la forma en que Castro había sobrevivido en el poder durante casi 50 años.
Esta polémica declaración dio paso a que se desataran dentro de él, los personajes que Pedro había leído en la novela y la pesadilla llegó a su cenit cuando vio en la ultima conferencia a su ídolo transformado en un lastimoso corderito que con lagrimas en los ojos pedía clemencia. No dije lo que dije. Exprese mal en ingles lo que pensé en español
No podía creerlo, verdugo pidiendo perdón. En el sopor del sueño, escuchaba  a lo lejos que lo estaban llamando. Era su madre que lo despertó para decirle que el desayuno estaba servido. Sudoroso, por las alucinaciones de su sueño, se levanto de la cama.
Por que, te dormiste con la luz prendida, preguntó su madre. Estaba leyendo una novela que con el permiso de Robert Louis Stevenson su autor, ahora la voy a titular “El doctor Oswaldo Jekyll y Mister Hyde Guillen”.
Por el titulo, me imagino que se refiere a la vida del pelotero loquito y dicharachero que jugó con los Tiburones, sentenció la mama. Si, así mismo es, dijo el hijo cuando salio rumbo a su trabajo.

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