Jesús Elorza
Es deber de nuestra institución, confirmar el hecho señalado y agregar que el referido encuentro, fue el partido de vuelta, ya que el primero ocurrió en 1814.
Ambas batallas, fueron dirigidas magistralmente por nuestro director técnico, conocido en los medios como “El Libertador” por la hazaña realizada al derrotar al equipo imperial español y asentar definitivamente la Independencia del conjunto de naciones hoy llamadas Bolivarianas.
El 28 de Mayo de 1814, fue la fecha del primer encuentro en el campo de Carabobo. Allí, Bolívar dirigió a nuestro equipo de batalla que venia de realizar encuentros preparatorios en La Victoria y San Mateo, contra el Mariscal de Campo Juan Manuel Cajigal quien ocupaba el cargo de entrenador y máxima figura de la oncena española. En los días previos al combate, el Mariscal busco distintas formas para evitarlo, con la esperanza de que uno de sus principales atacantes hiciera acto de presencia en el campo. Ante esta estrategia, nuestro director técnico ordeno, una acción de combate contra el equipo de Boves que le sirvió de entrenamiento para el encuentro final. Con jugadores de la talla de Urdaneta, Páez, Cedeño, Plaza, Cruz Carrillo, Campo Elías, Ribas, Mariño, Bermúdez, Jacinto Lara y acompañados por mas de cinco mil fieles seguidores logramos vencer al equipo realista.
Cajigal, no espero la culminación de la batalla y prefirió huir del escenario, suponemos para no dar explicación alguna sobre la derrota sufrida.
Luego, nos correspondió recorrer un largo camino de preparación para el encuentro decisivo en 1821. En esa larga jornada de 7 años, muchos fueron los triunfos y también las derrotas sufridas por nuestros equipos. Pero todo ello sirvió para acrisolar el espíritu de combate de nuestros guerreros libertadores que iban en busca de la independencia.
El 24 de Junio, nuevamente en el Campo de Carabobo se presento la furia española bajo el mando del Mariscal Miguel de la Torre dispuestos a vengar la derrota anterior. El ala defensiva quedo a cargo de Tomas García, Andrés Riesco. El medio campo realista quedo en manos de Francisco Illas. Como volantes ofensivos fueron designados Valancey y Barbastros. La línea de delanteros fue conformada por los artilleros Francisco Tomas Morales, Simon Sicilia y Joaquín Dalmar este ultimo con la responsabilidad de ser el centro delantero.
Nuestro director técnico “El libertador” basó su estrategia en una formación 4-3-3 colocando a José Antonio Páez, Francisco Torres, Thomas Ildeston Ferriar un jugador importado de Inglaterra y Manuel Cedeño en la primera línea. La segunda por Ludwig Flegel, Antonio Gravete y Ambrosio Plaza. La línea de ataque quedo conformada por Arturo Sandes, Francisco Paula Vélez y Pedro Camejo alias “Negro Primero”.
Bolívar concibió una maniobra tendiente a desbordar el ala izquierda enemiga, operación ejecutada por las divisiones de Páez y Cedeño, en tanto que la separación de Plaza seguía por el camino hacia el centro de la posición atacante. Al darse cuenta la Torre de la maniobra de los rebeldes, ordenó un violento contra ataque que obligo al repliegue de nuestros guerreros. Entre ataques y contraataques el combate se prolongo por muchas horas. En medio del fragor de la lucha tuvimos una baja. Pedro Camejo se acerco a Páez (capitán del equipo) para reclamarle que no se seguía calando que Aristóbulo, uno de los asistentes del Comandante Presidente y supuesto Líder Único de la revolución, lo siguiera llamando Afro descendiente, que él con mucho orgullo lo llaman Negro Primero. Además, Bolívar es uno solo, para que ahora venga un loco de carretera a pensar y creer que el representa su reencarnación en el Siglo XXI. Páez le pidió que se quedara en el juego y él se comprometía a expulsar del terreno de juego a la persona que lo estaba molestando. Lamentablemente en ese preciso momento, Negro Primero recibió un lanzazo que le quito la vida.
Un triunfo histórico marcó el final de la épica batalla y selló definitivamente nuestra Independencia. Bolívar y sus centauros enarbolando la Bandera Nacional , dieron la vuelta triunfal en el Campo de Carabobo.
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