C S I
Jesús Elorza
El Ministro de Relaciones Interiores visiblemente nervioso por la muerte de varios jóvenes que se encontraban detenidos en los calabozos del CICPC, decide convocar a una rueda de prensa para anunciar rimbombosamente, que ha decidido activar la Unidad Especial “CSI” para que se encargue de realizar una autopsia forense a los occisos y determinar las causas que provocaron esos lamentables acontecimientos.
Los periodistas que cubrían la fuente, asombrados comentaban entre si, que si esa unidad contaba con los recursos que uno puede observar en las series televisivas CSI Las Vegas, Miami o New York realmente se podía pensar en una investigación apegada a la ley para descubrir lo que realmente paso en los calabozos de la policía judicial. Sin embargo, para curarse en salud y conociendo lo faramallero y engañoso de este régimen, decidieron esperar a ver que pasaba. “Amanecerá y veremos” dijo uno de ellos.
A los pocos días el Patólogo del Cicpc, sale de la morgue con su bata bañada en sangre y se dirige al despacho del ministro para informarlo del resultado de los exámenes anatómicos practicados a los cadáveres:
- El levantamiento de los cadáveres, se hizo siguiendo rigurosamente el protocolo para estos casos, sin embargo, la tarea fue extremadamente difícil debido a que , el recinto donde estaban tenia una capacidad para 20 personas y para el momento de los acontecimientos habían mas de 350. A pesar de todo, logramos “científicamente” comprobar que los datos de identificación de las victimas aparecían en la Lista Tascón (ver anexo).
-Los golpes, contusiones y moretones que presentaron los cuerpos no son muy relevantes. Las equimosis detectadas pueden haberse producido por peleas entre los presos que muy frecuentemente ocurren en los calabozos y no como se dice por torturas corporales que le hayan aplicado los funcionarios encargados de la custodia. No hay que descartar que pudieran ser autoinfligidas. Para certificar estas presunsiones, hemos enviado muestras a los laboratorios del régimen cubano y el de Mugabe que tienen amplia experiencia en casos de tortura.
-La disección de los órganos se realizó básicamente mediante dos métodos: el de Virchow y el de Zenker. En el primero, se extrae las vísceras una a una y las examina por separado. Por el contrario, la técnica de Zenker consiste en sacar los órganos en masa y separarlos por sistemas orgánicos (aparato digestivo, respiratorio, genital...).y los resultados demuestran que la presencia de insecticidas en las vías respiratorias se debe a que varios de los detenidos por tenerle pánico a las chiripas y cucarachas rociaron con insecticida pisos y paredes del calabozo a pesar de las advertencias de los guardias para que no lo hicieran. Las bolsas plásticas estaban empapadas de insecticidas por que en ellas guardaron los envases. El argumento de que fueron torturados provocándoles asfixias con las bolsas plásticas impregnadas de insecticidas, es falso de toda falsedad. Debo agregar, que de acuerdo con el perfil psicológico de una de las victimas, la misma padecía del síndrome de Fobia a los crustáceos y como la acción policial se denominaba Operación Cangrejo, haya sido este último el responsable de fumigar el calabozo.
En conclusión, ciudadano ministro, la cusa de la muerte fue simple y llanamente que los presos dejaron de respirar voluntariamente para no intoxicarse con el insecticida y en los estertores de la muerte se golpearon contra el piso provocándose múltiples contusiones en sus cuerpos. El golpe y fractura de cráneo que presenta una de las victimas, fue provocado por el golpe que se dio contra los barrotes del calabozo en su desespero por la falta de aire...
Al escuchar esa inverosímil exposición, todos los que cubrían la rueda de prensa, al unísono exclamaron “el verdadero nombre de esa unidad es CRIMEN SIN INVESTIGACION (CSI)”
Ya para terminar, el ministro felicito a su cuerpo policial y anuncio que los funcionarios implicados en los trágicos acontecimientos serian promovidos a cargos superiores y uno de ellos se encargaría de una nueva unidad llamada ¡Defensoría de los Derechos Humanos!
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