DÍA DE PAPÁ
Jesús Elorza
Dormía tranquilamente en su cama, cuando repentinamente y sin aviso alguno, irrumpieron sus hijos en la habitación. Todos gritaban alegremente “Felicidades en tu día, querido papi” y se abalanzaron sobre el para llenarlo de abrazos y besos. Pero, el peso sobre su cuerpo era de tal magnitud que hicieron que explotara la bolsa de colostomía que estaba usando desde que le hicieron la operación de colon. Una vez que cambiaron las sabanas y limpiaron el reguero, el padre bañado y entalcado se dispuso a atender y jugar con sus hijos.
Huguito, el más travieso, fue el primero en darle su regalo: nada más y nada menos, que un cupón de 100.000 barriles diarios de petróleo sin costo alguno. Más, el empleo directo de 30.000 personas del entorno de su papi y carta blanca para que solicitara los créditos que le diera la gana. Además, le dijo que esta vez no le iba a regalar la Espada del Libertador, por que se le habían acabado, al darle una a cada uno de sus compañeros de clase en la Escuela de Dictadores. Pero, te traje los huesos del tipo, para que tus paleros y babalaos invoquen ese espíritu y lo trasladen a nuestro cuerpo.
Sin embargo, su progenitor, al verlo un poco triste, cojeando y usando muletas, le pregunto ¿Qué te pasa? Huguito, todo compungido, le dijo que se sentía mal, una rodilla la tengo lesionada y ahora me descubrieron un absceso en la pelvis. Acurrucándolo en su regazo, el barbudo Papi, comenzó a sobarlo en las partes afectadas y tiernamente susurro en su oído una tierna canción: sana, sana, culito de rana/si no sanas hoy/ sanaras mañana.
Evo, a quien cariñosamente llamaban el indiecito, se acerco a la cama y dijo: Taita, te traje un saco de coca para que se te quiten todos los males que tienes. Aspirarla es mejor que comerla y ten seguro que te transportara a un estado de éxtasis que te permitirá, encontrarte con los espíritus de Marx, Mao y Lenin. Gracias, mi querubín, fue la respuesta del viejo.
Correa y Danielito, que no paraban de saltar sobre la cama, le manifestaron a su procreador, que sus regalos eran los convenios bilaterales, la exoneración de aranceles y la entrega del territorio para cualquier aventura militar. Yo también ando en muletas, exclamo Correa, en clara alusión a su padre, para que lo toñequeara, como lo hizo con Huguito.
Danielito, no busco el cariño paternal, si no que por el contrario a pesar de su corta edad, se dedico a perseguir con los ojos puyuos y babeándose a las mulatas que trabajaban en el palacio. A mi no me van a sobar el culito, como se lo hicieron a mis hermanos. Yo si le voy a sobar el trasero a las muchachitas, como lo he hecho desde que estaba en el preescolar.
Uno de los gorilas guarda espaldas, entro a la habitación de su Comandante, para informarlo que debido a que no se terminaron de cumplir los tramites para la adopción de Zelaya, este no podía estar hoy compartiendo con Ud, este significativo Día de Papá.
No importa, seguro viene el próximo año, expreso el viejo.
El tío Raúl, hizo su entrada cargando una flamante torta de chocolate y todos gritaron de alegría. Bueno, mis niños ahora vamos a picarla, anuncio. Los cuatro mocosos, se vieron la cara y comenzaron a preguntar por las Cajitas Feliz y las hamburguesas de McDonalds. Que fiesta tan balurda, dijo uno de ellos, no hay Coca Cola. Todos comenzaron a gritar y reclamarle a Papi, que no los había llevado a Disney World como lo prometido desde 1959.
Alarmado, el viejo Fidel presento un cuadro de disnea y arritmia severa que hizo temer por su vida y antes de entrar en coma, exclamo, que la conducta capitalista y salvaje de sus hijos putativos, es producto de su relación con los chinos.
El salón de fiestas quedo a oscuras y la torta regada en el piso. Los cuatros chamos regresaron cada uno a su centro de reeducación revolucionaria, donde el viejo barbudo los había depositado desde su nacimiento para que al graduarse asumieran el rol de presidente y expandieran la insurrección fidelista por toda America Latina.
Jesús, ¡qué cosa tan buena! Descubrí, a través de tus escritos, que no sólo eres "Pico'e Plata", sino además "Pluma de Oro". Hace meses, te pregunté si ya habías escogido los que iban para el libro ¡Esto tiene que publicarse! Tú sabes, para que no se olviden, para futuras generaciones, no queremos que tus nietos, ni los mios: olviden por lo que estamos pasando. También te pregunté por el caricaturista correspondiente, ¡ni me paraste!; yo lo tengo, es excepcional ... Avísame cuando te decidas, por dinero no te preocupes ...
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