EL FRACASO OLÍMPICO ANUNCIADO
Jesús Elorza
Los antecedentes que marcaron el fracaso de la política olímpica revolucionaria del régimen del Comandante-candidato Presidente y Líder Único del Socialismo del Siglo XXI comenzaron cuando en el año 2000 Raúl Salmerón primer presidente “revolucionario” del IND en su clara intención de acabar con la autonomía federativa pone en practica para los Juegos Olímpicos de Sidney un plan llamado “El Maletinazo” dirigido a la compra de voluntades a nivel de los atletas.
Al mejor estilo de el tristemente recordado Antonini Wilson, le fue entregado un maletín con 33.000 dólares en efectivo a un atleta para que este lo repartiera entre sus compañeros de delegación. Expresando así, que la “nueva política” del IND era la de entenderse directamente con los atletas sin tomar en cuenta a las federaciones.
No es de extrañar el por que ahora vemos con frecuencia a algunos de los atletas gritando en los medios de comunicación “Patria –Socialismo o Muerte”
Con Francis Terán se firma un Convenio de Cooperación con Cuba, que hizo posible la importación masiva de “entrenadores”. Más de 10.000 cubanos han sido incorporados a los planes deportivos del régimen. La justificación de este descabellado proyecto fue la de decirle al país que los camaradas enviados por Fidel venían a ¡hacer un diagnostico de la realidad deportiva venezolana! Hoy a 14 años de ese anuncio, no se conoce ni siquiera una línea de ese informe. Luego, anunciaron que ellos (los cubanos) nos ayudarían a elevar nuestro nivel competitivo en el ciclo olímpico. Ahora resulta que en los Juegos Londres 2012 ninguno de los 69 atletas que conforman la delegación es entrenado por algún cubano.
Mintieron al país, al decir que el pago del servicio de esos entrenadores sería cubierto por los 100.000 barriles diarios de petróleo que le suministramos al régimen dictatorial de los Castro. Al final, la realidad fue otra, pagamos a la embajada cubana un aproximado de 1.500 dólares mensuales por cada entrenador. Además del petróleo entregamos una gruesa suma de dinero a un programa que no ha rendido ni rendirá ningún beneficio al país.
Eduardo Álvarez desde la Presidencia del IND se encarga de desarrollar la segunda etapa de la política anti-olímpica, cuando arremete contra las Federaciones Deportivas a través de la consultaría jurídica y los recortes presupuestarios para obligarlas a que modificaran los estatutos del COV e hiciesen posible su elección como presidente del organismo olímpico. A partir de allí, la autonomía del sector federado quedo seriamente comprometida ya que de manera centralista y totalitaria el nombrado burócrata pasó a ser simultáneamente Ministro del Deporte, Presidente del IND y Presidente del COV.
Hasta ese momento, todo lo que tenia que ver con la preparación y asistencia a los eventos del ciclo olímpico se resolvía en una mesa tripartita conformada por las federaciones, el IND y el COV a partir de ese instante la decisión pasó a ser unilateral y unipersonal como quedo demostrado con la integración de la delegación a los Juegos de Atenas en el 2004.
Victoria Mata y Héctor Rodríguez profundizaron esa nefasta política y pusieron cualquier cantidad de reparos a los Planes Operativos de las Federaciones con el objetivo de ser ellos los que dirigieran centralizadamente toda la actividad deportiva.
El clímax anti-federación llego con la presentación de un modelo de contrato para los eventos deportivos que se celebrasen en el país, en el cual, las federaciones quedaban limitadas a solicitar la sede, Todo lo concerniente al comité organizador, publicidad, comercialización, transporte, construcciones, alojamiento y alimentación era de exclusiva competencia y propiedad del Ministerio del Deporte.
Lo importante ahora es hacer eventos a cada rato para embolsillarse unos cuantos billetes y no por lo que pudiesen representar en términos de preparación para nuestros atletas.
Por ultimo, hay que señalar el falso anti-imperialismo gubernamental. A diario vemos como el Comandante Presidente le declara la guerra al imperio capitalista, pero, los atletas son enviados a centros de entrenamiento en Suiza, Francia, Estados Unidos, España y Alemania por solo citar algunos de los países imperialistas que tanto les gustan a las autoridades deportivas.
En conclusión, la política olímpica del régimen se orienta exclusivamente al uso propagandístico ideológico de los atletas, a la exclusión del sector federativo, discrimina laboralmente al entrenador venezolano, restringe el derecho al trabajo a los docentes deportivos egresados de nuestras universidades, al manejo de los eventos deportivos como negocio lucrativo particular con fondos públicos y a la sumisión entreguista frente al régimen cubano.