CREMACIÓN A LA
LEÑA
Jesús Elorza
Muy triste andaba el
amigo Pedro, desde el día de la muerte de su octogenario padre. Caminaba
cabizbajo por todo el barrio y sus vecinos permanentemente trataban de reanimarlo
con saludos y palabras solidarias. Sin embargo, nada parecía alentarlo.
El fin de semana,
siguiente al funeral, uno de sus tíos, logró llegar a la capital para compartir
con la pena por la desaparición de tan querido deudo.
-Sobrino, ¿Cómo has
estado? Te veo muy golpeado, debes reponerte. Recuerda que la vida continúa.
Si tío, se que es así.
Pero, quiero decirte que las circunstancias que rodearon el funeral y sepelio
de mi padre, prácticamente puedo decirte que tuve que realizarlas por partida
doble.
- No entiendo, me
estás diciendo que ¿lo sepultaste dos veces? Sigo sin entender lo que me estás
diciendo.
Tío, déjame
explicarte: Cuando murió mi papá, me tocó atender todo lo relativo al protocolo
necesario para certificar el deceso. Para el Acta de Defunción, tuve que
bajarme de la mula para poder conseguirla. Luego, me tocó el vía crucis de la
morgue para la entrega del cadáver, otro peaje que tuve que pagar. Pero, lo que
más me sorprendió, fue los costos funerarios. Revise más de un presupuesto y ninguno
bajaba de ¡¡¡70.000 bolívares soberanos!!! …
-Coño, y que incluían.
¿Güisqui en lugar de café?
No tío, ese precio
contempla: ataúd metálico, búsqueda y traslado en el Área Metropolitana,
preparación de cuerpo, carroza, fosa, cafetería, habitación de descanso, coronas
y un oficio religioso en la capilla velatoria …..pero, por seis horas
solamente.
Pregunté, por la
velación de 24 horas, que es lo usual en estos casos, y la respuesta me dejó
más frío que un cadáver…¡¡¡95 mil 580 bolívares soberanos!!! En otras palabras,
nueve mil quinientos ochenta millones, de los mal llamados bolívares y que
fuertes.
-Carajo, nada más y nada
menos que 53 salarios mínimos. No me jodan, eso es impagable sobrino. ¿Y cómo
lograste resolver ese peo?
Bueno, en primer
lugar, pensé en enterrarlo en el patio de la casa, como lo están haciendo los
maracuchos. Pero, una vecina que está enchufada en uno de los Consejos
Comunales, me ofreció su ayuda y me puso en contacto con uno de sus panas que
trabaja en una funeraria.
Me vi con el tipo, en
una cafetería. Palabras más palabras menos, me explicó, que lo moderno en
término de sepelios es la cremación y que los costos eran muy pero muy
inferiores a los de las funerarias oligárquicas y capitalistas.
-Otro revolucionario
trasnochado, dijo el tío.
Es verdad, y siguiendo
con su perorata, sacó papel y lápiz para darme sus números: Cobramos 30.000
bolívares soberanos, que comparados con los 100.000 que cobran las funerarias
oligárquicas, es una ganga. Nuestro precio revolucionario, incluye: Traslado
del cuerpo hasta el estado Cojedes, cremación y entrega de las cenizas a sus
familiares….No pierdas esta ganga, dijo el tipo para terminar.
Mentalmente me puse a
sacar cuentas: Seguro funerario, ahorros y préstamos me daban para cubrir ese
monto y acepté la propuesta. Al día siguiente, cremaron a mi viejo y me
entregaron sus cenizas.
-Bien dijo el tío,
costosa la oferta, pero lograste resolver el problema. Pero, sigo sin entender
por qué dices que lo sepultaste dos veces.
Bueno tío, la oferta
era engañosa, una vulgar estafa. A mi papá, nunca llegaron a cremarlo. En el
supuesto traslado, llevaron su cadáver hasta Maracay, y en el cementerio “La Primavera ” ubicado en el
Barrio Alayón, lo depositaron en una fosa común. La policía logró detener a
varios de esos vampiros en pleno proceso de dejar un cadáver en esa fosa y en
las investigaciones se han encontrado con 18 cadáveres. Las pesquisas
policiales apuntan a al menos dos hipótesis: que una posible falla en el
crematorio de San Carlos retrasaba el servicio ya cancelado por los familiares
y decidieron lanzar los cadáveres en la fosa común y entregarle a los
familiares cenizas falsas o que los cuerpos iban a ser comercializados para la
elaboración de los altares “paleros” usados, en las sesiones de santería
revolucionaria, para invocar al Difunto Eterno.
-¿Y qué pasó con las
cenizas?
No joda, las lleve al
CICPC para que las examinaran, y resultaron ser restos de carbón y leña…..que a
lo mejor, estos vampiros la obtenían después de hacer sus parrillas, celebrando
que estafaron a otra persona.
Ahora, tengo que
iniciar de nuevo el circuito de peajes, hasta llegar a la segunda sepultura de
los restos de mi viejo.
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