domingo, 14 de octubre de 2018

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CREMACIÓN A LA LEÑA
Jesús Elorza
Muy triste andaba el amigo Pedro, desde el día de la muerte de su octogenario padre. Caminaba cabizbajo por todo el barrio y sus vecinos permanentemente trataban de reanimarlo con saludos y palabras solidarias. Sin embargo, nada parecía alentarlo.
El fin de semana, siguiente al funeral, uno de sus tíos, logró llegar a la capital para compartir con la pena por la desaparición de tan querido deudo.
-Sobrino, ¿Cómo has estado? Te veo muy golpeado, debes reponerte. Recuerda que la vida continúa.
Si tío, se que es así. Pero, quiero decirte que las circunstancias que rodearon el funeral y sepelio de mi padre, prácticamente puedo decirte que tuve que realizarlas por partida doble.
- No entiendo, me estás diciendo que ¿lo sepultaste dos veces? Sigo sin entender lo que me estás diciendo.
Tío, déjame explicarte: Cuando murió mi papá, me tocó atender todo lo relativo al protocolo necesario para certificar el deceso. Para el Acta de Defunción, tuve que bajarme de la mula para poder conseguirla. Luego, me tocó el vía crucis de la morgue para la entrega del cadáver, otro peaje que tuve que pagar. Pero, lo que más me sorprendió, fue los costos funerarios. Revise más de un presupuesto y ninguno bajaba de ¡¡¡70.000 bolívares soberanos!!! …
-Coño, y que incluían. ¿Güisqui en lugar de café?
No tío, ese precio contempla: ataúd metálico, búsqueda y traslado en el Área Metropolitana, preparación de cuerpo, carroza, fosa, cafetería, habitación de descanso, coronas y un oficio religioso en la capilla velatoria …..pero, por seis horas solamente.
Pregunté, por la velación de 24 horas, que es lo usual en estos casos, y la respuesta me dejó más frío que un cadáver…¡¡¡95 mil 580 bolívares soberanos!!! En otras palabras, nueve mil quinientos ochenta millones, de los mal llamados bolívares y que fuertes.
-Carajo, nada más y nada menos que 53 salarios mínimos. No me jodan, eso es impagable sobrino. ¿Y cómo lograste resolver ese peo?
Bueno, en primer lugar, pensé en enterrarlo en el patio de la casa, como lo están haciendo los maracuchos. Pero, una vecina que está enchufada en uno de los Consejos Comunales, me ofreció su ayuda y me puso en contacto con uno de sus panas que trabaja en una funeraria.
Me vi con el tipo, en una cafetería. Palabras más palabras menos, me explicó, que lo moderno en término de sepelios es la cremación y que los costos eran muy pero muy inferiores a los de las funerarias oligárquicas y capitalistas.
-Otro revolucionario trasnochado, dijo  el tío.
Es verdad, y siguiendo con su perorata, sacó papel y lápiz para darme sus números: Cobramos 30.000 bolívares soberanos, que comparados con los 100.000 que cobran las funerarias oligárquicas, es una ganga. Nuestro precio revolucionario, incluye: Traslado del cuerpo hasta el estado Cojedes, cremación y entrega de las cenizas a sus familiares….No pierdas esta ganga, dijo el tipo para terminar.
Mentalmente me puse a sacar cuentas: Seguro funerario, ahorros y préstamos me daban para cubrir ese monto y acepté la propuesta. Al día siguiente, cremaron a mi viejo y me entregaron sus cenizas.
-Bien dijo el tío, costosa la oferta, pero lograste resolver el problema. Pero, sigo sin entender por qué dices que lo sepultaste dos veces.
Bueno tío, la oferta era engañosa, una vulgar estafa. A mi papá, nunca llegaron a cremarlo. En el supuesto traslado, llevaron su cadáver hasta Maracay, y en el cementerio “La Primavera” ubicado en el Barrio Alayón, lo depositaron en una fosa común. La policía logró detener a varios de esos vampiros en pleno proceso de dejar un cadáver en esa fosa y en las investigaciones se han encontrado con 18 cadáveres. Las pesquisas policiales apuntan a al menos dos hipótesis: que una posible falla en el crematorio de San Carlos retrasaba el servicio ya cancelado por los familiares y decidieron lanzar los cadáveres en la fosa común y entregarle a los familiares cenizas falsas o que los cuerpos iban a ser comercializados para la elaboración de los altares “paleros” usados, en las sesiones de santería revolucionaria, para invocar al Difunto Eterno.
-¿Y qué pasó con las cenizas?
No joda, las lleve al CICPC para que las examinaran, y resultaron ser restos de carbón y leña…..que a lo mejor, estos vampiros la obtenían después de hacer sus parrillas, celebrando que estafaron a otra persona.

Ahora, tengo que iniciar de nuevo el circuito de peajes, hasta llegar a la segunda sepultura de los restos de mi viejo.

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