SOCIALISMO
MILITAR
Jesús
Elorza
A raíz de
la designación de dos Generales de División, por parte del régimen para
integrar al Tribunal Supremo de Justicia, los comentarios entre los milicianos
de las diferentes brigadas comunales no se hicieron esperar. Algunos se
preguntaban, sobre cuáles serían los argumentos para incorporar militares al
máximo tribunal si ya ese sector tiene su propia justicia y su Corte
Marcial. Eso es incongruente y anticonstitucional, pensaban otros
milicianos.
-Camaradas,
dijo uno de la UBCH, yo me pregunto si esos recién nombrados tienen títulos de
abogados, de no ser así, esa designación tendrá una justificación política mas
no jurídica.
- Quiero
expresar, que durante mucho tiempo me ha llamado la atención, la deriva
militarista de nuestro gobierno. El camarada presidente, siempre ha manifestado
una preferencia por los representantes de las Fuerzas Armadas dejando de lado a
los civiles que formamos parte activa de las organizaciones revolucionarias,
señaló enfáticamente un representante del Partido Comunista. Esto es una nueva
versión del pensamiento marxista que pretende establecer que “De cada uno según
su capacidad, a cada uno según su rango”
-Un
estudiante de la comuna universitaria intervino para manifestar sus inquietudes
con respecto al tema. Déjenme leerles un párrafo de un escrito hecho por un
profesor de Derecho Constitucional de la UCV que por casualidad llegó a mis
manos:
…El
creciente papel de los militares en la economía, justicia y política venezolana
ha ido a contracorriente de los objetivos de un mayor control democrático sobre
los sectores de seguridad y defensa. Su creciente participación política y
partidista –que incluye su desempeño como represores de protestas sociales y
sus labores en el sector de inteligencia– y sus actividades empresariales han
potenciado el auge del militarismo. El resultado es la desinstitucionalización,
la desprofesionalización y la desconfianza social respecto de las Fuerzas
Armadas y la constitución de una suerte de “socialismo militar” …
El joven
estudiante tiene toda la razón, declaraban la mayoría de las personas que
sentían en carne propia que la consigna chavista de la relación cívico-militar
para gobernar el país devino en una gobernabilidad abiertamente autoritaria,
que le otorgó al sector militar un papel central en la economía y la política.
A partir de 1999, se avanzó paulatinamente en una militarización de la
sociedad. En su primera etapa, el énfasis estuvo puesto en la identificación de
la Fuerza Armada como «bolivariana». En 2007, después de su reelección, Chávez
privilegió la revolución «socialista» y el papel militar en su defensa. Se
introdujo el lema «Patria, socialismo o muerte. Venceremos», que vulnera el
artículo 328 de la vigente Constitución de 1999, que señala que la Fuerza
Armada es una institución profesional y sin militancia política. El 22 de
julio de 2008, por decreto, se promulgó la nueva Ley Orgánica de la Fuerza
Armada Nacional Bolivariana. Esta norma, que fue reformada varias veces por
decretos presidenciales, conllevó transformaciones no solamente en la
estructura e institucionalidad, sino también en la doctrina militar. Fue en
este momento cuando se incorporó el término «bolivariana», por entenderse que
la Fuerza Armada pasaba a ser representante del proyecto político de una parte
del país. Adicionalmente, se la definió como un cuerpo “patriótico, popular y
antiimperialista”. Esa misma ley fue la que incorporó a la Milicia Nacional
Bolivariana, definida en ese momento como un complemento de la Fuerza Armada. Esta
milicia dependería directamente del presidente de la República y su actuación
incluiría el mantenimiento del orden interno.
-No dejen
por fuera la creación del el Comando Estratégico Operacional de la Fanb,
presidido por el presidente de la República, señaló un militar jubilado, con lo
cual el Ministerio para la Defensa quedaba reducido a funciones básicamente
administrativas. Este cambio importante profundizaba así lo que se advertía
desde hace varios años: el carácter pretoriano que se iba instaurando en el
país y la cada vez más difusa separación entre las áreas de defensa y seguridad
pública, en el marco de una creciente militarización de la sociedad.
-Según especialistas
en historia de la Fuerza Armada Nacional venezolana, se ha documentado que desde
1999 a la fecha de hoy, más de 2.500 militares de distintos rangos, entre
activos y retirados, han desempeñado y/o ejercen cargos en la administración
pública. Los uniformados están en gobernaciones, alcaldías, en los ministerios,
en los viceministerios, en la Asamblea Nacional, en consulados y en embajadas.
Adicionalmente, con la finalidad de restar poder a las autoridades civiles, el
presidente Chávez creó las Zonas de Defensa Integral (zodi), así como las
Regiones Estratégicas de Defensa Integral (redi), bajo el mando de militares
activos. Profundizando el control militar sobre los poderes descentralizados,
el 22 de enero de 2018 el Comando de Abastecimiento Soberano emitió un decreto
que prohibía a autoridades regionales y municipales llevar a cabo acciones
relacionadas con el control y la distribución de alimentos.
-Los
militares han desempeñado actividades en el sector económico, como por ejemplo
el Plan Bolívar 2000 para la distribución de alimentos e inclusive la
presidencia de la estatal petrolera Petróleos de Venezuela (pdvsa), el control
del sector eléctrico, el metro de Caracas, las empresas de aluminio, hierro y
acero en el sur del país, así como los puertos y las aduanas. A partir de 2013,
se conformaron cuatro empresas militares: el Banco de la Fuerza Armada Nacional
Bolivariana (banfanb), un canal de televisión (tvfanb), emiltra para
transporte de carga por aire, mar y tierra y la empresa agrícola agrofanb.
En 2016, ante la creciente crisis económica, el proceso de control del sector
castrense se expandió a áreas estratégicas, como la alimentación y los recursos
extractivos.
-Frente a
los graves problemas de escasez de alimentos y medicinas, así como de otros
servicios básicos de salud y educación, el régimen decidió establecer en agosto
de 2016 la Gran Misión Abastecimiento Soberano y Seguro, bajo el mando del
ministro para la Defensa, un militar activo. El 10 de febrero de 2016 se
estableció la Compañía Anónima Militar de Industrias Minera, Petrolífera y de
Gas (camimpeg), la cual firmó varios memorandos de entendimiento
con pdvsa. También se le otorgó un papel importante en el Arco Minero del
Orinoco, que según el gobierno busca superar el «rentismo petrolero» y
diversificar su actividad hacia la minería, entre otros, de oro, diamantes y coltán.
Súmenle a todo esto las denuncias sobre narcotráfico, contrabando de gasolina y
alimentos.
Todos los
comentarios sobre la designación de militares en los sectores de la economía,
justicia y política dejan en claro que, la militarización de los poderes solo
es una expresión de un “Socialismo Militarista” o mejor dicho una “Dictadura
Militar” al mejor estilo del régimen cubano.
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