Olímpico fraude electoral
Jesús
Elorza
El
pasado 7 de diciembre, se realizó, en la sede del Comité Olímpico Venezolano,
la Asamblea General Extraordinaria para la elección de la Comisión Electoral
encargada del proceso electoral de la Junta Directiva, Consejo de Honor y
Consejo Contralor para el período 2022-2026. Muchos de los dirigentes
deportivos que iban progresivamente llegando a la sede olímpica, pensaban y
hablaban sobre la posibilidad de renovar a las autoridades y otros sostenían la
tesis de mantener a los actuales y eternos directivos.
Pero,
la realidad era otra, las rejas estaban cerradas y un cerco de milicianos que
fungían como “equipo de seguridad” eran los encargados de revisar las
credenciales de los delegados y ¡¡¡decidir quiénes podían entrar a la sede!!!.
A su libre arbitrio estos personajes policiales, decidían a quiénes revisar las
credenciales para poder ejercer el derecho al voto y a quienes no, lo que
provoco de inmediato la protesta de un amplio sector de los federativos. Algunos,
señalaban, con sobrada razón, que estaban en presencia de una pesadilla
autocrática y totalitaria, la cual se asemejaba a un Estado de Sitio en donde
eran suspendidas las garantías constitucionales y los ciudadanos estábamos
limitados a obedecer las órdenes dictatoriales. Los federativos, no se
amedrentaron por este atropello de los esbirros de seguridad y solicitaron la
presencia de un Fiscal del Ministerio Publico y un Notario para que dejaran
constancia de los vejámenes a los cuales eran sometidos.
A
los representantes de las federaciones de Sambo, Sumo, Ajedrez, Kickboxing,
Sordos y Deportes Universitarios de manera arbitraria e ilegal no se les
permitió la entrada. Los que pudieron superar el cerco miliciano-policial, no
podían creer lo que estaba ocurriendo dentro del recinto de la asamblea, al ver
que se permitió intervenir de forma activa, con derecho a voz y voto, a
personas que no tenían la cualidad para participar. Estas personas, protegidas
y auspiciadas por las autoridades del Comité Olímpico Venezolano, sin ser
directivos, votaron en representación de las federaciones de Remo, Pelota
Vasca, Boxeo, Kempo, Karate, Hockey sobre césped y Tenis de Campo mientras que
en las afueras del recinto estaban los legítimos directivos. Otro caso,
que dejo en evidencia la manipulación y la ilegalidad del proceso, fue el haber
permitido el voto al representante de la Federación de Vela, puesto que dicha
entidad se encuentra acéfala desde hace varios años.
En
consecuencia, comentaban los delegados, la descarada actuación de los miembros
de la junta directiva del COV, al organizar y desarrollar semejante fraude
electoral, los hacia ver como una mala y pobre caricatura de Luis XIV al
pretender imponer por todos medios antidemocráticos una especie de régimen donde
El Rey y su corte dicen y hacen lo que les da la gana. El presidente del COV,
pretende colocarse por encima del ordenamiento jurídico del país, al pretender
establecerse como autoridad única supra nacional, para el reconocimiento de las
federaciones deportivas, pasando por encima de la autoridad del Instituto
Nacional del Deporte, de la Ley Orgánica del Deporte y de la Constitución
Nacional.
Finalmente,
debemos decir, que con este olímpico fraude electoral fueron violados los
derechos a la participación, al sufragio y a la igualdad de los representantes
legales de las federaciones, así como a la transparencia que debe reinar en
todo proceso electoral, establecidos en los artículos 62 y 63 de nuestra Carta
Magna y 3 de la Ley Orgánica de Procesos Electorales. Al respecto, debe
advertirse que la denunciada asamblea general extraordinaria se llevó a cabo en
medio de la exclusión de la gran mayoría de los miembros integrantes del Comité
Olímpico Venezolano y con la participación de otros no legitimados para hacerlo,
lo cual deriva en la elección de una írrita Comisión Electoral, dado que su
designación no sería una manifestación de la voluntad del universo de los
representantes federativos que deberían participar en dichos comicios, sino que
se priorizó de forma subjetiva la elección, solo a la participación de los
ciudadanos que le fueran afines a la opción apoyada por los eternos miembros de
la junta directiva del COV.
La
asamblea se encuentra viciada de nulidad y las decisiones allí tomadas no son
vinculantes, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 8, 20 y 49 de sus
Estatutos, 2, 41, 50, 51 y 53 de la Ley Orgánica de Deporte, Actividad Física y
Educación Física, 13 de su Reglamento Parcial Nº 1 y 62 y 63 de nuestra Carta
Magna.
La
sentencia Nª 36 de la Sala Electoral del TSJ del 29 de mayo de 2013, es clara y
precisa en esta materia:
“…los integrantes de
sus órganos de dirección deben ser escogidos en el marco de procesos
electorales en cuya organización y dirección se demuestre igualdad, transparencia
e imparcialidad; de lo contrario, se les violaría a sus miembros el derecho al
sufragio consagrado en el artículo 63 de la Constitución. Para ello resulta
indispensable que en la escogencia de los órganos electorales llamados a
organizar y dirigir los respectivos procesos electorales (comisiones
electorales), participen todos los factores involucrados de manera que se
garantice un efectivo y democrático control de los comicios…”.
Frente
a este fraude electoral, corresponde a las Federaciones Deportiva solicitar
ante los tribunales la nulidad de este vergonzoso acto y mantener una unidad
que haga posible la renovación de las monárquicas autoridades
olímpicas.
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