Operación “Juego Sucio”
Jesús Elorza
Este martes 05 de septiembre 2017, la Fiscalía de Río de
Janeiro ha lanzado una operación para desentrañar la supuesta compra de votos
que permitieron a la ciudad brasileña lograr la sede de los Juegos Olímpicos de
2016. En la redada la policía ha detenido a un empresario que logró algunos de
los más sustanciosos contratos de obras de infraestructuras olímpicas y ha
registrado la casa del presidente del Comité Olímpico Brasileño (COB), Carlos
Arthur Nuzman, a quien la investigación apunta como el hombre que
"interconectó corruptos y corruptores". Tras un registro en su
domicilio, la policía se incautó de dinero en metálico por valor de 480.000
reales (unos 130.000 euros) repartido entre moneda brasileña, dólares, euros,
libras y francos suizos.
La operación, bautizada como “Juego Sucio” (Unfair play), es
una consecuencia de la puesta en marcha hace unos meses por la fiscalía
francesa. Las autoridades brasileñas reconocen que las revelaciones de los
investigadores franceses apuntan claramente a que la compra masiva de votos por
parte de Río, sobre todo entre países africanos.
Los investigadores apuntan a que las empresas que luego
conseguirían importantes contratos de obras para los Juegos aportaron el dinero
destinado a comprar votos entre los miembros del Comité Olímpico Internacional.
Y todo ello en medio de la asombrosa trama de corrupción organizada por uno de
los principales impulsores de los Juegos, el exgobernador de Río de Janeiro,
Sergio Cabral, actualmente en prisión. En sucesivas investigaciones, las
autoridades han descubierto que Cabral tenía unos 100 millones de dólares en
cuentas en el exterior. Ya tiene una primera condena a 14 años de prisión pero
aún tiene activos otros 14 procesos.
Entre los detenidos este martes se encuentra uno de los
constructores favoritos de Cabral, Arthur César de Menezes Soares Fillho,
conocido en Río como O Rei Arthur, que durante la gestión de Cabral obtuvo
contratos públicos por valor de 3.000 millones de reales (unos 800 millones de
euros).
La Fiscal brasileña
Fabiana Schneider, ha explicado que los documentos suministrados por la
Fiscalía francesa muestran que Papa Massata Diack, hijo del expresidente de la
Federación Internacional de Atletismo (IAAF) Lamine Diack, reconoció que había
actuado para recolectar votos a favor de la candidatura de Río. La policía
francesa verificó que, días antes de la votación que dio a la ciudad brasileña
la sede olímpica, Papa Massata Diack recibió en una cuenta bancaria personal
una transferencia de dos millones de dólares enviada por una de las empresas de
O Rei Arthur. El empresario carioca llegó a acompañar al gobernador Cabral y a
Nuzman a la reunión del COI que eligió a Río como sede.
Papa Massata, que ya fue consultor de marketing de la IAAF y
que vive en Senegal, tiene una orden de búsqueda emitida por Interpol y fue
apartado de por vida del mundo del atletismo por sospechas de corrupción y
chantaje en el escándalo del doping ruso. Su padre, Lamine Diack, se encuentra
detenido en Francia acusado de corrupción y blanqueo de capitales en el mismo
caso que investiga la existencia de una trama de sobornos para ocultar el
sistema de dopaje institucionalizado de atletas en Rusia.
Un segundo miembro del COI estaría, implicado en la presunta trama de compra de
votos. Tal y como revelan los documentos de la fiscalía, Papa Massata Diack
transfirió, mediante su empresa y el día de la elección de Río como sede,
299.300 dólares a una compañía llamada Yemli Limited. Esta empresa, con sede en
el paraíso fiscal de las Islas Seychelles, está asociada a Frankie Fredericks,
exatleta namibio, nada más y nada menos que el auditor de los votos de la
elección de la sede y presidente de la comisión que evaluará la sede olímpica
de 2024.
La fiscal Schneider
señaló que compañías de construcción y otras industrias que se iban a
beneficiar de los Juegos fueron las principales propulsoras para conseguir la
sede a cualquier costa. El ex alcalde de Río, Eduardo Paes, es investigado por
supuestamente aceptar al menos 15 millones de reales (5 millones de dólares) en
pagos para facilitar la construcción de proyectos relacionados con los
Juegos. Paes, es uno de docenas de
funcionarios relacionados con una abarcadora pesquisa que involucra al gigante
de la construcción Odebrecht, que supuestamente pagó millones de dólares en
sobornos a cambio de contratos.
Lo más sorprendente de todo este entramado de corrupción
alrededor de los Juegos Olímpicos, es la conducta cómplice de las autoridades
del Comité Olímpico Internacional. En primer lugar, con su cara muy lavada, por
no decirle cara dura, el presidente del COI Thomas Bach, afirma que ¡¡¡pedirá
mayor información sobre el caso a las autoridades francesas, porque el COI no sabía
nada al respecto!!!! En segundo lugar, por la defensa, a pesar de todas las
pruebas en su contra, que hace del corrupto Frankie Fredericks. En tercer
lugar, y esto ya raya en lo insólito, es la permanencia, de Carlos Arthur
Nuzman corrupto presidente del Comité Olímpico de Brasil, como miembro de la
Comisión de Coordinación de los Juegos Olímpicos de Tokio y miembro del Comité Olímpico
Internacional…..aunque usted no lo crea.
Finalmente, es importante señalar que, desde la década de
los ochenta del siglo pasado, la
dimensión económica de las olimpiadas ha pasado a un primer plano, tras el
incremento de su comercialización mediante contratos de televisión y
patrocinios. Las ciudades que aspiran a acogerlos tratan, así, de presentar una
oferta mejor que las demás para aumentar su prestigio y lograr su deseada
transformación urbana. Sin embargo, la ciudadanía está cada vez más preocupada
por el coste que este evento supone para el erario público y se indigna ante
los escándalos de corrupción que se han asociado a su organización. Los Juegos
Sucios de Río de Janeiro son un ejemplo
de ello.
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