Jesús Elorza
A eso de las 4 a.m. llego Nicolás con su sequito de ochenta
enchufados, al aeropuerto de La Habana. De allí, partieron raudos y veloces al
bunker de Fidel, para cantarles Las Mañanitas con motivo de su cumpleaños.
Afinando, las voces y los instrumentos, a la salida del sol,
comenzaron a cantar:
Despierta
Fidel, despierta
que Nicolás ya está aquí
como obediente
marioneta
para arrodillarse
ante ti.
Al escuchar esa algarabía, el personal médico encargado de
atender al Comandante, procedió a levantarlo para informarlo de la situación.
Con mucho cuidado, comenzaron a abrir la cámara hiperbárica donde dormía.
-Al ver aquello, uno de los enchufados, comenta !!!Parece
una momia!!!
-No te burles de nuestro camarada.
-No me estoy burlando, es que esa cámara parece un sarcófago
y al ver salir ese viejito con su chivita todo tembloroso y lleno de
mangueritas de suero y transfusiones de sangre, pensé en el parecido con Drácula
o Frankenstein, pero por la cantidad de años que tiene, lo más parecido es
Tutankamon.
-Si Nicolás te oye se va a arrechar, mejor te callas.
Comandante, Comandante, Comandante…le susurraba al oído, uno
de los enfermeros….Maduro vine a saludarlo y felicitarlo por su cumpleaños…
-Saliendo de su sopor y con claras muestras de su Alzheimer,
Fidel comenzó a balbucear: Quiehhh, ed hessse zzzeenoor.
El enfermero, que también servía de traductor de los
balbuceos de su comandante, le repitió al oído, en alta voz y con énfasis en
cada letra N…I…C…O…L…Á…S
OLHHA Niikkuu, mi aakkigo ruumaaannno, no pppe bbbeeia essde
1989….omo estaa Elena.
Al escuchar la traducción de ese balbuceo, Nicolás, dijo
¨Zape gato, me confundió con Ceausescu y a ti Cilia con su esposa…..guillo con
eso, ambos fueron fusilados.
Viendo las dificultades de comunicación, el personal médico
recomendó, que se acortara la visita y se procediera a picarle la torta.
Al encenderles las velas (90), Fidel se estremeció, no de
alegría, sino de susto y comenzó a
balbucear, ahora con mayor claridad, Che, Camilo nos están bombardeando, se
está incendiando el campamento…..
Superado, el triste espectáculo y vuelto a la calma, por las
reiteradas explicaciones de su enfermero, de que se estaba celebrando su
cumpleaños, Fidel procedió a soplar sus noventa velitas……y al hacerlo!!!! Se le
salió la plancha!!! qué cayó sobre la torta y la rego sobre la mesa.
-Guacatela dijo Cilia, al ver aquello, se vino en vómitos y se desmayó.
El sequito de enchufados acompañantes, aprovecho la
confusión del momento para irse de compras a las tiendas diplomáticas en busca
de los alimentos que no consiguen en Venezuela.
Solo,
porque a la Momia lo volvieron a meter en su sarcófago hiperbárico, Nicolás se
lamentaba diciendo: Coño, no pego una.
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