jueves, 6 de junio de 2024

 


¿Educación gratuita o privada? 

Jesús Elorza 

Desde el 27 de junio de 1870, Venezuela cuenta de manera oficial con escuelas públicas, gratuitas y obligatorias. A partir de ese momento se establece a escala nacional la obligatoriedad de la enseñanza gratuita de principios generales de aritmética, sistema métrico, idioma castellano, moral ciudadana y fundamentos de la Constitución Federal. Se obliga a los padres y tutores a instruir a sus hijos en las señaladas temáticas, o a contratar un maestro para el mismo cometido. Además, se crea una Dirección Nacional de Instrucción Primaria conjuntas seccionales en los estados de la Unión; y un impuesto especial para la dotación material de las escuelas que se crearían en el futuro. En menos de tres años   se logró la apertura en Venezuela de141 escuelas federales con 7.064 alumnos y 251 escuelas municipales con 8.017 alumnos; en 1885, 15 años después de la promulgación del decreto de Instrucción Pública, funcionaban ya, según las cifras oficiales, 1.312 escuelas federales con 80.900 alumnos y 645 escuelas municipales con 18.556 alumnos. 

El derecho a la educación, su sentido y alcance, la función que compete al Estado, a los individuos y a la sociedad respecto a éste, han constituido tema de constante debate teórico en todas las sociedades a través de la historia. En nuestro pais hemos estado desde la declaración de independencia sosteniendo un modelo de gratuidad de la enseñanza con una obligación manifiesta del estado a cumplir con este cometido. Sin embargo, la realidad es otra, la crisis social, política y económica que hemos atravesado han dejado en evidencia el regresivo deterioro del sistema educativo. El salario de hambre, la firma de los contratos colectivos, la inexistencia de programas de asistencia social para los cuidados preventivos y/o curativos en materia de salud para los maestros, profesores, obreros y empleados del sector, el pago de las prestaciones sociales, la homologación de las pensiones, la progresiva deserción de estudiantes y el establecimiento de horarios mosaicos que reducen drásticamente la jornada escolar, el cerco presupuestario a las universidades y la violación permanente a la Autonomía Universitaria. 

Frente a esta crisis hemos visto el surgimiento de propuestas orientadas o dirigidas al establecimiento de la privatización de la educación en el país. Los proponentes, señalan que la educación debe dejar de ser gratuita y en consecuencia todo aquel que ingrese al sistema escolar debe pagar por ello. Dejan de lado estos proponentes, que las lamentables condiciones de nuestros centros escolares y universidades al igual que las condiciones laborales y las condiciones de pobreza crítica de más del 80% de la población requieren de soluciones urgentes y no de propuestas neoliberales de privatización. El colmo de los proponentes, de ese sistema lesivo al derecho humano de los ciudadanos de tener educación gratuita la de “implementar tickets o váuchers de subsidio otorgados o financiados por el estado para que las familias de bajos recursos puedan pagar la educación de sus hijos”. Los proponentes de esta fórmula llegan al colmo de señalar que con este subsidio las familias podrán pagar los estudios de sus hijos en los centros escolares públicos (???) o privados de su preferencia. Cabía preguntarse, en qué centro escolar público se paga por inscripción o mensualidad. 

 El gran negocio seria abrir un centro escolar para que el gobierno le pague a un particular la cuota de inscripción y mensualidad de los estudiantes cuyo costo podemos prevenir que irán en aumento progresivo. Los mercaderes de la educación no limitan sus aspiraciones y pretenden congelar o eliminar definitivamente los contratos colectivos de los trabajadores en todos sus niveles (básica, diversificada y universitaria) y establecer una política dirigida al establecimiento y manejo de las jubilaciones y prestaciones a través de administraciones privadas de esos fondos. 

Este problema, será uno de los debates más importantes a producirse en el próximo gobierno. De ganar, como todo hace prever que así será, Edmundo González; los distintos sectores gremiales, sindicales, estudiantiles, padres y representantes deberán participar activamente del debate sobre las propuestas para superar la crisis educativa en un gobierno de transición. Las tendencias social demócratas deberán confrontarse con los mercaderes de la educación en el tema de las privatizaciones. 

Constitucionalmente la educación se define como:  Un derecho humano y un deber social fundamental, es democrática, gratuita y obligatoria. El Estado la asumirá como función indeclinable y de máximo interés en todos sus niveles y modalidades, y como instrumento del conocimiento científico, humanístico y tecnológico al servicio de la sociedad. La educación es un servicio público. En consecuencia, toda persona tiene derecho a una educación integral de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades, sin más limitaciones que las derivadas de sus aptitudes, vocación y aspiraciones. Estos derechos son los que definen a Venezuela como una tierra de gracia. Por el contrario, los mercaderes pretenden transformarla en tierra de desgracia. 

 

NELSON  

“UN LUCHADOR INSIGNE”  

Jesús Elorza 
 

En la segunda mitad de la década de los años 60, se presentó al Estadio Nacional ¨Brígido Iriarte un joven cumanés cargado de ilusiones y esperanzas. Su objetivo era transformarse en un atleta destacado que le permitiera representar a su país en competencias internacionales.  

Así comenzó Nelson Augusto Rodríguez Freites su transitar por el mundo deportivo. Para ese entonces, su contextura física era de extremada delgadez y cada vez que participaba en su distancia preferida los 400 metros planos, sus compañeros del equipo ¨UNION¨ al verlo correr expresaban que parecía a un ¨fosforito¨ ya que solo destacaba en la pista, su cuerpo delgado y su cabeza. Ese apodo vino a ser su segundo nombre (¿o quizás el primero?) para el resto de su vida. Posteriormente, la manera como discutía para defender sus ideas o rebelarse contra las injusticias, consolidó por siempre el nombre de “Fosforito”.  

El atletismo fue el alma de su vida, a él, se entregó por completo. Su experiencia como atleta los llevo a inscribirse en el Escuela Nacional de Entrenadores Deportivos (ENED) de donde egresó en 1970 con el título de Entrenador de Atletismo que siempre exhibió con profundo orgullo.  

Durante sus estudios propició la fundación del Centro de Estudiantes de la ENED siendo él su primer presidente.  

Los acontecimientos mundiales conocidos como: El Mayo Francés, la protesta del Black Power en los Juegos Olímpicos de México y el boicot de los países africanos contra el Apartheid en Sudáfrica, motivaron en él la necesidad de prepararse cada vez más para así tener una visión integral del acontecer deportivo nacional e internacional.  

Por estas razones no vaciló ni un instante en acompañar a Carlos Sánchez en el movimiento de reestructuración del Colegio de Entrenadores, para desde allí, impulsar las luchas reivindicativas por condiciones laborales más justas y la inserción de los técnicos en la estructura deportiva venezolana.   

De todos es conocido que el episodio más significativo que marcó para siempre el papel de los entrenadores en el deporte fue la huelga de mayo en 1975, hito histórico en las luchas gremiales del mundo entero y en ella Nelson fue uno de los coordinadores principales de esa gesta.  

En los años sucesivos, participo plenamente en el proceso de democratización de las federaciones deportivas, luchando en el frente jurídico para lograr el derecho pleno de los entrenadores a ser dirigentes deportivos. Lucha que alcanzó su máximo nivel cuando en 1980, es electo como miembro del Comité Ejecutivo del Comité Olímpico Venezolano y de la Federación Venezolana de Atletismo. En ambos organismos, defendió su visión estratégica de “Un Deporte Mejor en Una Sociedad Mejor”.   

Ese andar permanente por los distintos caminos del deporte, lo llevo a ser miembro del Consejo Nacional del Deporte, de la Comisión Permanente para la Reforma de Estado (COPRE). También representó a Venezuela en la Cumbre de los Países No Alineados y Altos Dirigentes del Área Deportiva celebrada en la Habana, donde defendió magistralmente los valores de Democracia y Libertad como fundamentos del desarrollo deportivo de un país.  

Formó parte de la Comisión Presidencial para el estudio de factibilidad del Instituto Universitario del Deporte y ocupó el cargo de Asesor Permanente de la Comisión de Juventud y Deporte de la Cámara de Diputados del Congreso de la República para la promulgación de la Ley del Deporte de 1995.  

Además, se desempeñó como docente en el área de Organización y Legislación Deportiva en la ENED y en los estudios de post grado de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL Maracay) y la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Ezequiel Zamora (UNELLEZ).  

Asumió la representación laboral en el directorio del IND y la presidencia de la Caja de Ahorros del IND (CAPINDE).  

 Asistido por los abogados Getulio Romero y Fabián Chacón, introdujo en la Corte Suprema de Justicia un recurso en el que solicitaba que el Bono Compensatorio formara parte del salario de los trabajadores. La Corte, en una histórica decisión falló a su favor.  

Así mismo, fue el primer dirigente en introducir un Recurso de Amparo ante los tribunales de la república para proteger los derechos de los atletas.  

Como presidente del Colegio de Entrenadores Deportivos de Venezuela (CEDV) llevó sobre sus hombros lo concerniente al proceso de descentralización y reestructuración del IND. Junto al ingeniero de PDVSA, presidente del IND para ese entonces, Luis Cedeño Bond, logró establecer las Normas y Procedimientos que regularían todo lo concerniente a la descentralización institucional.  

En su búsqueda de nuevos horizontes, impulsó el Programa Nacional de Mejoramiento Profesional, cuyo objetivo fundamental fue elevar el nivel académico de los entrenadores para que prosiguieran sus estudios a nivel universitario. Marcó el camino a seguir con su ejemplar conducta de dedicación y esfuerzo permanente al obtener el título de abogado de la república. Decenas de sus compañeros le secundaron y hoy son profesionales universitarios en diferentes áreas.  

En la dirigencia deportiva se destacó como presidente de la Federación Venezolana de Atletismo FVA, fundador al lado de John Muñoz del Salón de la Fama. También, destaco su trabajo en la secretaria general del Comité Olímpico Venezolano COV. 

A nivel internacional, se hizo presente en un sin número de congresos deportivos o científicos. Además, fue designado vicepresidente de la Confederación Suramericana de Atletismo y representó a nuestro país en diferentes ediciones de los juegos olímpicos, panamericanos, centroamericanos, suramericanos, bolivarianos y campeonatos mundiales de atletismo.  

A catorce años de su partida, su ejemplo como atleta, entrenador, dirigente, docente, abogado, amigo, esposo y padre de familia está por siempre grabado en los corazones y pensamientos de los que como él luchan por un deporte mejor en una sociedad mejorSeguimos pensando en él como sin duda él lo quería, con el júbilo inmenso de que haya existido, con la alegría entrañable de haberlo conocido, y la gratitud de que nos haya dejado una obra tal vez inconclusa pero profunda e indestructible como su recuerdo.