12 de febrero
Día de la juventud en la emergencia humanitaria compleja
Jesús Elorza
Desde hace más de 25 años, Venezuela viene
siendo conducida bajo las directrices del proyecto político bautizado
como "Socialismo del Siglo XXI", implantado
por Hugo Chávez en los primeros años de su gobierno,
y continuado por Nicolás Maduro bajo la supervisión y tutela de la
dictadura cubana. Con el paso del tiempo, este modelo ideológico-político ha
generado un conjunto de profundas distorsiones y desequilibrios. A partir del
año 2014, el país desembocó en una "emergencia humanitaria compleja”, es decir, una
emergencia que se prolonga en el tiempo y afecta considerablemente a todos los
ámbitos de la vida humana.
En el año 2018, la
Asamblea Nacional declaró la Emergencia
Humanitaria Compleja de la Educación en Venezuela, como consecuencia de la
inexistencia del Estado docente, la desvalorización del trabajo
pedagógico, el irrespeto a la autonomía de los gremios, la violación de los derechos laborales, la gravísima
deserción escolar y la migración de docentes, la casi inexistencia de
programas de asistencia al estudiante, el incumplimiento de la obligación
de inclusión educativa de los pueblos indígenas, la instrumentación de
prácticas de persecución y acoso laboral con trasfondo partidista, la
imposición de modificaciones al currículo escolar con sesgo ideológico y
la vulneración de la autonomía universitaria en todas sus expresiones.
Asimismo, son también
factores que demuestran la crisis del sistema educativo venezolano, la
migración a otros países del personal escolar, entre ellos especialistas
calificados en los distintos niveles del sector educativo, o la deserción
escolar de niños, niñas, adolescentes y jóvenes por la difícil situación que
viven en sus hogares. La falta de comida en los hogares venezolanos, el
deterioro de los servicios básicos, la imposibilidad de comprar útiles
escolares y la necesidad de apoyar económicamente a las familias, fueron
algunas de las causas de la inasistencia escolar.
Otro de los efectos de la
crisis económica del país, que ha incidido de forma directa en el deterioro del
sistema educativo, son los salarios de hambre de los docentes. La pérdida de
poder adquisitivo de los trabajadores del sector educación, los ha obligado a
dejar de impartir clases para dedicarse a otras actividades en la economía
informal o emigrar del país en búsqueda de mejores condiciones de vida, porque
en Venezuela, para agosto de 2024, se requerían 126 salarios mínimos o el
equivalente a 500 dólares americanos, para costear la cesta básica alimentaria.
Desde el año 2014, la
capacidad del Estado venezolano para atender la demanda de educación de los
venezolanos en edad escolar viene cayendo de forma progresiva e ininterrumpida.
De acuerdo con los resultados de la última encuesta ENCOVI, en los últimos diez
años la cobertura educativa general para los jóvenes entre 3 y 24 años cayó
diez puntos porcentuales, pasando del 73 por ciento al 63 por ciento. Solo
en el último año, más de 200 mil alumnos abandonaron el sistema educativo. Preocupa
de manera especial a los investigadores de ENCOVI la caída de la cobertura
escolar en la población de 3 a 5 años. Se estima en más de 1,5 millones el número
de alumnos que permanecen fuera del sistema educativo. Esto significa que casi
la mitad de los niños entre esas edades está fuera de la educación inicial, lo
cual tendrá repercusiones importantes en el desarrollo acumulativo del
aprendizaje de esos eventuales alumnos. Esta exclusión educativa afecta en
mayor medida y de forma sistemática a los más pobres y vulnerables ya que la
oferta pública educativa es limitada y la privada es costosa.
Por su parte, los
investigadores de ENCOVI encuentran que las principales causas de abandono de
los estudios de los adolescentes y jóvenes en Venezuela son la poca pertinencia
de la oferta educativa y la necesidad de trabajar: 35 por ciento de los
adolescentes (12 a 17 años) y 22 por ciento de los jóvenes (18 a 24 años)
no consideran importantes los estudios, mientras que 21 por ciento de los
jóvenes necesitan trabajar.
Otro de los graves
problemas que enfrenta el sistema educativo venezolano es la escasez del personal
docente y su cualificación, con un déficit de 57 por ciento de
profesionales de la docencia en las especialidades de matemática, física,
química, biología, historia, literatura e idiomas.
Distintas organizaciones,
de la sociedad civil que, vigilan la emergencia humanitaria en el país, estiman
que, en la actualidad, de una población de 28,7 millones de personas en
Venezuela, alrededor de 19 millones (66 por ciento) enfrentan necesidades
humanitarias, y cerca de 18,7 millones (65 por ciento) han sufrido la pérdida o
el agotamiento irreversible de sus medios de subsistencia, cayendo en la
pobreza. Esta catástrofe humanitaria que afecta a toda la población del país
tiene en niños, niñas y adolescentes sus principales víctimas.
En esta fecha, 12 de
febrero, día de la juventud, resalta aún más, la necesidad de resistir y luchar
por la superación de la crisis humanitaria y del régimen autocrático causante
de la misma. Nos toca a todos acompañar a nuestros jóvenes en las acciones para
transmitir esperanzas, señalar una dirección, mantener la unidad y resistir los
violentos embates de un régimen autocrático que se caracteriza por no respetar
los derechos humanos, son los retos que hoy, todos tenemos por delante en el
compromiso de la lucha por la democracia en Venezuela.
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