Palestina también juega en Qatar
Jesús Elorza
A pesar de no haber
clasificado, Palestina está en el Mundial de Fútbol, demostrando que no hace
falta tener un equipo para estar presente. En Qatar, el primer país
árabe en albergar la competición, la bandera palestina está teniendo una
visibilidad inédita: los jugadores
de la selección marroquí la exhiben al posar después de cada partido.
También, se ve a menudo en las gradas en señal de solidaridad. Todos los
espectadores, presentes en uno de los estadios fueron sorprendidos cuando un
espontáneo saltó con la bandera al césped en medio del partido Túnez-Francia, y
el aplauso de miles de aficionados del país no se hizo esperar. Al igual que un
coro de una multitud de voces se hizo sentir con el grito al unísono “¡Falastín,
Falastín!” (Palestina, en árabe).
Ya en los días previos al
Mundial, se pudo observar una campaña en redes sociales animaba a llevar tanto
bufandas con el rojo, negro, blanco y verde de la bandera como kufiyas,
el famoso pañuelo de Oriente Próximo que popularizó el presidente de la
Organización para la Libertad de Palestina (OLP) Yasir Arafat. El propio
presidente palestino, Mahmud Abbas, ha definido la trayectoria
de los Leones del Atlas (A la selección marroquí se la conoce
de esa manera por el león del Atlas o león de Berbería,
que es una subespecie de león originaria del norte de África y
que en la actualidad se encuentra en vías de extinción) como una “victoria
para los palestinos y para todos los árabes”
Pero también aficionados
de otros países, han mostrado su solidaridad con Palestina con brazaletes,
bufandas, banderas o cánticos. A esto se suma la negativa de los aficionados libaneses,
saudíes, marroquíes, egipcios, jordanos, cataríes, yemenitas, tunecinos,
palestinos, pero también japoneses, brasileños, iraníes y hasta ingleses entre
otros, de atender o dar declaraciones a los medios de comunicación israelíes como
un gesto o manera de declaración política de solidaridad con el pueblo
palestino oprimido por la ocupación israelí.
En cada uno de los
partidos del mundial, las banderas palestinas han penetrado entre todas las
otras banderas como ninguna otra bandera de un país que no juega el torneo,
además de brazaletes palestinos, gritos de "Palestina Libre" en los
estadios, en las zonas de fanáticos, en las calles de Doha y en redes sociales
la presencia de Palestina en este mundial ha sido tan contundente que algunos
medios de comunicación llegaron a hacer referencia a Palestina, simbólicamente,
como el equipo 33, además de los 32 calificados. La Copa del Mundo es mucho más
que un evento deportivo. Es una gran congregación de personas del mundo entero
que vienen a compartir su pasión por el fútbol y celebrar la diversidad y la
solidaridad humana. La edición de este año de la Copa Mundial es la primera
que se celebra en un país árabe y musulmán. Por lo tanto, ha sido accesible
(geográfica, logística y culturalmente) para la gente de la región, más que
cualquier mundial anterior. Como resultado, Palestina ha tomado
automáticamente el centro del escenario, uniendo a pueblos de la región en una
atmósfera alegre y de celebración.
Palestina parece ser una
expresión sencilla de libertad, un símbolo de resistencia no solo contra la
ocupación y la represión del pueblo palestino, sino también contra el orden
neocolonial de los regímenes árabes represivos.
Si bien queda por
ver qué fruto político traerá esta poderosa muestra de solidaridad, lo que
quedará grabado en la memoria de los que asistieron a esta Copa del Mundo, o la
siguieron por televisión, es definitivamente una victoria histórica
contundente: Palestina 1, Israel: 0
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