EL MARATÓN DE LA MUERTE
Jesús Elorza
Todas las personas que transitaban por La Corniche , el paseo marítimo de Doha Qatar, se
preguntaban ¿Cuáles fueron las razones de la Federación Internacional
de Atletismo (IAAF por sus siglas en ingles) para aprobar la realización del
Maratón Femenino en el mundial de atletismo en una zona como esta,
con tan altas temperaturas?
Las
autoridades deportivas guardaban un silencio absoluto ante este hecho. Por el
contrario, sentados en sus sillones de cuero al lado de los Jeques y Reyes en
palcos con aire acondicionado disfrutaban del espectáculo.
Sin
embargo, las condiciones climáticas hacían presagiar que el evento iba a estar
plagado de dificultades: 32º.7 grados centígrados de temperatura, con 40º
grados de sensación térmica en el asfalto y más de 73% de humedad. Un maratón
de 42 kilómetros
y 195 metros
realizado en esas condiciones era, sin lugar a dudas, un acto contrario a la
salud y el deporte.
Los
negativos resultados, por muchos anunciados y denunciados, no se hicieron
esperar: Comenzaron la prueba 68 atletas. La terminaron 40. Nunca había habido
tantos abandonos. Dos competidoras terminaron en el hospital. Muchas otras
sufrieron desfallecimientos en plena carrera. Decenas fueron asistidas en la
carpa médica nada más cruzar la meta. La 40ª clasificada, la costarricense
Gabriela Traña, llegó 47 minutos más tarde que la ganadora.
Frente
a este anunciado desastre, el presidente de la IAAF , Sebastian Coe y sus medios de comunicación,
evitaron que fuesen publicadas las imágenes de los atletas desfallecidos y solo
se limitaron a presentar a aquellas atletas que hablaran en términos positivos
de la prueba. Como fue el caso de Ruth Chepngetich, la keniana de 25 años que
ganó la prueba, cruzando sonriente la meta, y unas frases: “Me siento muy
bien. Estoy feliz y doy gracias a Dios. ¿Las condiciones de la maratón? No
fueron malas para mí”. Sin embargo, evaden las razones por las que
Chepngetich ganara con 2h 32m 43s, ¡¡¡un tiempo 15 minutos más lento
que su mejor marca personal (2h 17m 8s)!!! la tercera de la historia,
conseguida en enero en la vecina Dubái.
También,
evadieron a toda costa presentar las declaraciones de la quinta clasificada, la
atleta bielorrusa Volha Mazuronak, quien, de manera lapidaria, resumió
las condiciones que rodearon la prueba: “La humedad mata. No hay aire
para respirar. Pensé que no terminaría. Ha sido una falta de respeto para las
deportistas. Un puñado de dirigentes se reunieron y decidieron traer aquí los
campeonatos, pero ellos están sentados con aire acondicionado y seguro que
ahora están ya dormidos”
No
sería, nada extraño, que los jerarcas de la IAAF , si el negocio le resultara altamente
rentable como el Mundial de Doha, que el próximo Maratón de la Muerte se haga en el
Desierto de Sahara o en Maracaibo ¡¡¡en horas del mediodía!!! …Sebastian Coe,
se te olvido que fuiste un atleta. Ahora no corres la milla, sino detrás de los
mi…llones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario