MAYO FRANCÉS
1968-2018
Jesús Elorza
La década de los años sesenta estuvo marcada por una serie de
acontecimientos políticos y sociales. En Europa, la juventud se alza con lo que
posteriormente se conoció como el Mayo Francés. Corría la primavera del sesenta
y ocho y la ciudad de Paris era escenario de uno de los grandes acontecimientos
que marcó la historia contemporánea de Francia, el mismo se llamó Mayo Francés y fue caracterizado por
una sucesión de huelgas y protestas espontáneas.
Este suceso, tuvo su comienzo un viernes
3 de mayo, cuando un grupo de estudiantes se reunió en la plaza de la Sorbona dentro del
histórico barrio latino para protestar en contra del sistema universitario,
allí comenzó a unirse gente provocando la presencia inevitable de la policía
que optó por detener una serie de estudiantes. Estos hechos generaron una
convocatoria aun mayor, así los miles de estudiantes y trabajadores que
protestaban y hacían la huelga provocó un gran enfrentamiento con la policía
que seguía las órdenes de Charles de Gaulle. Lo que generó una batalla campal
con la policía y, posteriormente, una huelga general de estudiantes y diez
millones de trabajadores franceses impulsados por la Confederación General
del Trabajo (CGT) paralizaron el país por completo.
En el sector
deportivo, los futbolistas, al igual que los estudiantes en La Sorbona o los obreros en
los talleres de ensamble de Renault o Citroën, coparon la sede la Federación Francesa
de Fútbol (FFF) para exigir mejores condiciones de trabajo e independencia de
los clubes y propusieron que el célebre goleador Just
Fontaine, que ya en 1961 pedía un sindicato de jugadores, integrara un comité
que debería debatir los problemas del fútbol. Y adoptaron como líder de la
protesta a Raymond Kopa, que había brillado en Real Madrid. "Hay que
libertar a los futbolistas, que son esclavos sujetos a contratos casi de por
vida", decía Kopa, hijo de un minero polaco "Le football aux
footballeurs" (el fútbol a los futbolistas), decía el cartel pegado en
la fachada por los jugadores que habían tomado la sede de la Federación Francesa
de Fútbol.
Tras un mes de protestas y una secuencia
de huelgas que literalmente frenaron el país, se logra la calma mediante la
esperada disolución de manifestaciones en el momento en que se obtuvo una
promesa acompañada por mejores
salarios y condiciones para
los trabajadores. De este modo se logró remover completamente las huelgas que
representaron el sentimiento de rebeldía. Se produjeron algunas reformas, sobre
todo a partir de 1969, pero la conflictividad
laboral continuó siendo
muy intensa en Francia y, en otros países donde también tuvieron lugar
protestas de distinta consideración tras los estallidos de París, como Suiza, la República Federal
Alemana, Estados Unidos o México, entre otros, tampoco se produjeron
importantes cambios tras su final.
1968,
además del Mayo francés, fue Vietnam, los tanques soviéticos en Praga, la
matanza de estudiantes mexicanos en la
Plaza de Tlatelolco, Sudáfrica legalizando el apartheid y los asesinatos de Martín Luther
King y Robert Kennedy. La Conferencia
Episcopal Latinoamericana y su Teología de la Liberación. El
Festival de Woodstock. Estados Unidos amordazaba a Muhammad Alí, negro y
musulmán que se negaba a ir a la guerra. Y el olimpismo expulsaba de por vida a
los atletas negros que subieron al podio haciendo el símbolo del Black Power en
los Juegos de México 68.
En
Venezuela, el mayo francés se hizo evidente en la Huelga de los Entrenadores
Deportivos que reclamaban con sus luchas mejores condiciones laborales,
salarios justos, seguridad social, el derecho a la sindicalización y a la
contratación colectiva.
El
pensamiento de Carlos Sánchez, Presidente del Colegio de Entrenadores
Deportivos de Venezuela CEDV, expresa fielmente los objetivos de la lucha
gremial.
“El Entrenador
Deportivo debe ocupar permanentemente
su puesto de lucha por Un Deporte Mejor y no doblegarse ante ningún burócrata
civil o militar que pretenda usarlo con fines politiqueros o de enriquecimiento
ilícito. Solo la Unidad
Gremial nos hará
fuerte en la búsqueda y defensa de nuestros Derechos Sociales”
Las consignas:
La imaginación al poder, Prohibido
Prohibir, Seamos realistas, pidamos lo imposible, El sistema se hunde, haz peso……recorrieron el mundo. Se
hicieron presentes en toda manifestación que saliera a la calle a luchar por
sus derechos sociales.
En todo el orbe se sintió a comienzo de
los sesenta una especie de nueva capacidad de enfrentarse con la realidad
derivada de la ruptura con el inmediato pasado, los pueblos del mundo se
movilizaron contra la discriminación racial y sexual, el colonialismo, las
guerras imperialistas, las dictaduras del socialismo autoritario, la
explotación de la mujer, el pensamiento único y la burocratización de la
educación, el cerco a la libertad de expresión, la autonomía universitaria y
las limitaciones a los derechos humanos.
Hoy la lucha continúa….PROHIBIDO OLVIDAR.