CINCO HORAS CON FIDEL
Jesús Elorza
Al tocar suelo venezolano a su regreso de Cuba, el dedo-candidato a gobernador de Miranda fue llevado de inmediato a Miraflores. El Comandante Presidente quería conocer de primera mano los resultados de su encuentro con su ídolo revolucionario.
Sin dejar de ocultar su celo, por que alguien distinto a él se había reunido con su amado Fidel, le preguntó con cierta ironía ¿Es verdad que te reuniste cinco horas con el? No puedo creerlo, en su mejor momento solo ha estado conmigo cuatro horas y en tu primer contacto personal me superaste…..con foto incluida……explícame eso.
-Bueno, mi amado y Líder Único, déjeme informarle al detalle la cronología de la reunión. Es cierto, fueron cinco largas horas, que me voy a permitir describírselas una por una.
Al llegar al sitio del encuentro, que por razones de seguridad me llevaron con los ojos vendados, me limite a observar durante cuarenta y cinco minutos como le quitaban al camarada todas las vías endovenosas de transfusiones, el aparataje usado para los electrocardiogramas y electroencefalogramas. Luego, vino una sesión de masajes en sus extremidades para estimularle la circulación y poder levantarlo de la cama para sentarlo en una silla de ruedas. Tiempo empleado sesenta minutos.
Sentado en su silla sin pronunciar palabra alguna y con la mirada perdida, procedieron a cambiarle la bolsa de colostomía y hacerle la higiene respectiva en la estoma (una apertura quirúrgicamente creada en el intestino grueso que permite la retirada de heces del cuerpo, evitando el recto, drenándose en una bolsa u otro mecanismo similar). Tiempo requerido para esta maniobra una hora y quince minutos.
En la cuarta hora, los médicos asistentes comenzaron a decirle cada 10minutos que yo había llegado desde Venezuela para visitarlo….pero que va, el camarada seguía en otro mundo…y sorpresivamente comenzó a roncar…es la hora de su siesta dijo el jefe del cuerpo medico….déjenlo descansar…en una hora estará como nuevo.
En verdad, debo reconocer que en la próxima hora se despertó con nuevos brios; pero, con los tiempos cambiados. Comenzó a pedir que le cambiaran la bolsa de colostomía en clara señal de disturbios en la memoria de corto plazo. Confundió la habitación con el Granma y comenzó a darle ordenes a sus 82 tripulantes… ¡Desembarquen, encallamos en Los Cayuelos, pero estamos en suelo cubano!...decía todo emocionado. Luego, cambio de humor bruscamente y choco la silla de ruedas contra el ventanal de la sala gritando enfurecido ¡Nikita y Kennedy se confabularon para quitarme los cohetes, no joda! pero, ya le ordené al Ché que disparara las cabezas nucleares contra el imperio.
Viendo lo iracundo que se había vuelto no quedo mas remedio que suministrarle un coctel de calmantes….y con cara de preocupación el jefe medico señalo que el Alzheimer seguía avanzando.
Quizás producto de los sedantes en el minuto 300, el camarada Fidel me miro y me dijo Hola Flaco….en cinco horas ese fue nuestro único intercambio de palabras y el colmo de los colmos ¡Me confundió con el gobernador de Miranda!. Para no irme con las manos vacías y contrarrestar la campaña imperialista, le pusimos antes de que se durmiera nuevamente, un sombrero de cogollo y nos tomamos una foto.
Ahhhh, dijo satisfecho el Comandante Presidente, sigo siendo el hijo putativo y predilecto de papi Fidel….solo habla conmigo y con los demás se limita a una foto.
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