domingo, 22 de junio de 2025

 










La Profunda Crisis del Deporte en Venezuela

Jesús Elorza

El deporte en Venezuela atraviesa una de sus crisis más profundas, un reflejo directo de la prolongada emergencia económica y social que vive el país. A pesar de contar con una base legal que lo declara como un derecho y una prioridad nacional, la realidad actual muestra un panorama marcado por la fuga masiva de talento, infraestructuras en declive y un apoyo estatal insuficiente que condena a los atletas y entrenadores a una lucha constante por la supervivencia, muy lejos de las condiciones necesarias para el alto rendimiento.

La crisis se manifiesta en múltiples facetas interconectadas que dibujan el estado crítico del sector:

1. Colapso del Apoyo al Atleta

El pilar de cualquier sistema deportivo, el atleta, es el más afectado. La falta de financiamiento adecuado es la queja más recurrente y devastadora.

  • Becas devaluadas: Las becas y estipendios otorgados por el Estado han perdido drásticamente su poder de compra, resultando insuficientes para cubrir costos básicos de alimentación, equipamiento y transporte.
  • Autofinanciamiento y exilio: Ante la ausencia de recursos, muchos atletas se ven obligados a costear sus carreras a través de iniciativas propias, el apoyo de la empresa privada (un camino reservado para la élite más visible como Yulimar Rojas) o depender de sus familias. Esto ha provocado un éxodo masivo de talento; atletas que emigran para poder entrenar en condiciones dignas o, en casos más extremos, desertan y solicitan asilo durante competencias internacionales, como ha ocurrido con judokas y equipos juveniles de béisbol.
  • Resultados internacionales en declive: La falta de preparación, roce internacional y apoyo se reflejó en los Juegos Olímpicos de París 2024, donde Venezuela, por primera vez desde Sídney 2000, no consiguió medallas, obteniendo solo siete diplomas olímpicos.

2. Infraestructura: El Contraste entre la Inversión Selectiva y el Abandono General

El estado de las instalaciones deportivas en Venezuela es paradójico. Por un lado, se observa un deterioro generalizado en la mayoría de los recintos a lo largo del país, con falta de mantenimiento en piscinas, pistas de atletismo y gimnasios que fueron referencia en el pasado.

Por otro lado, existen focos de inversión significativos pero selectivos, principalmente en deportes de alta visibilidad:

  • Fútbol: La Federación Venezolana de Fútbol (FVF), con fondos de la CONMEBOL y propios, ha modernizado estadios clave como el Monumental de Maturín, el Brígido Iriarte en Caracas y el Misael Delgado en Valencia, para poder albergar competiciones internacionales. Una arbitraria prohibición impide la práctica del atletismo en esas instalaciones.
  • Béisbol: Se construyó el moderno Estadio Monumental de Caracas "Simón Bolívar", sede de la Serie del Caribe 2023.

Esta dualidad evidencia una política que privilegia proyectos de alto perfil mediático mientras la infraestructura de base y para deportes menos populares se deteriora, afectando la masificación y el desarrollo de nuevas generaciones de atletas.

3. Gobernanza y Desarticulación Federativa

La gestión deportiva también enfrenta serios problemas. Las federaciones deportivas, en muchos casos, desde la llegada de un funcionario de gobierno a la presidencia del COV en el 2006, son vistas como entes politizados y con poca autonomía. Se han registrado denuncias de corrupción y malos manejos en años anteriores, y los procesos electorales de las asociaciones regionales a menudo son conflictivos, carecen de transparencia y son el escenario predilecto de funcionarios de gobierno en clara violación de la autonomía federativa.

Esta desarticulación impide la creación de un plan de desarrollo deportivo coherente y a largo plazo, dejando a los atletas y entrenadores en un estado de incertidumbre constante.

4. Impacto en el Deporte Menor y la Generación de Relevo

Quizás la consecuencia más grave de la crisis es la ruptura en la cadena de desarrollo de talento. La interrupción por muchos años de los Juegos Deportivos Nacionales, que históricamente fueron el principal semillero de atletas del país, dejó un vacío inmenso. Aunque se han realizado ediciones recientes, la falta de continuidad y la precariedad de recursos limitan su impacto.

El deporte escolar y comunitario, fundamental para la masificación, sufre las mismas carencias de instalaciones y personal capacitado, poniendo en grave riesgo el futuro del deporte venezolano y la capacidad del país para ser competitivo a nivel internacional en los próximos ciclos olímpicos.

5. Entrenadores

La situación laboral general para los entrenadores deportivos en Venezuela ha empeorado considerablemente. A partir de 1999 hasta el presente año 2025, se ha impuesto arbitrariamente una sistemática y progresiva política autocrática y totalitaria de desconocimiento de los derechos laborales de los entrenadores conseguidos a partir de 1975

En resumen, el deporte venezolano sobrevive gracias a la resiliencia, el sacrificio y el talento individual de sus entrenadores y atletas, quienes a menudo logran hazañas a pesar del sistema y no gracias a él. La crisis es estructural y solo podrá superarse con un cambio de gobierno que posibilite una inversión sostenida, una reestructuración de las autoridades deportivas: el MPPD, IND, COV y la no injerencia de los funcionarios de gobierno en las Federaciones. Además, de un plan sostenible para el desarrollo del deporte.


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