La Profunda Crisis del Deporte en Venezuela
Jesús Elorza
El deporte en Venezuela
atraviesa una de sus crisis más profundas, un reflejo directo de la prolongada
emergencia económica y social que vive el país. A pesar de contar con una base
legal que lo declara como un derecho y una prioridad nacional, la realidad
actual muestra un panorama marcado por la fuga masiva de talento,
infraestructuras en declive y un apoyo estatal insuficiente que condena a
los atletas y entrenadores a una lucha constante por la supervivencia, muy
lejos de las condiciones necesarias para el alto rendimiento.
La crisis se manifiesta
en múltiples facetas interconectadas que dibujan el estado crítico del sector:
1. Colapso del Apoyo al
Atleta
El pilar de cualquier
sistema deportivo, el atleta, es el más afectado. La falta de financiamiento adecuado
es la queja más recurrente y devastadora.
- Becas devaluadas:
Las becas y estipendios otorgados por el Estado han perdido drásticamente
su poder de compra, resultando insuficientes para cubrir costos básicos de
alimentación, equipamiento y transporte.
- Autofinanciamiento y exilio:
Ante la ausencia de recursos, muchos atletas se ven obligados a costear
sus carreras a través de iniciativas propias, el apoyo de la empresa
privada (un camino reservado para la élite más visible como Yulimar Rojas)
o depender de sus familias. Esto ha provocado un éxodo masivo de
talento; atletas que emigran para poder entrenar en condiciones dignas
o, en casos más extremos, desertan y solicitan asilo durante competencias
internacionales, como ha ocurrido con judokas y equipos juveniles de
béisbol.
- Resultados internacionales en
declive: La falta de preparación, roce
internacional y apoyo se reflejó en los Juegos Olímpicos de París 2024,
donde Venezuela, por primera vez desde Sídney 2000, no consiguió medallas,
obteniendo solo siete diplomas olímpicos.
2. Infraestructura: El
Contraste entre la Inversión Selectiva y el Abandono General
El estado de las
instalaciones deportivas en Venezuela es paradójico. Por un lado, se observa un
deterioro generalizado en la mayoría de los recintos a lo largo del país, con
falta de mantenimiento en piscinas, pistas de atletismo y gimnasios que fueron
referencia en el pasado.
Por otro lado, existen focos
de inversión significativos pero selectivos, principalmente en deportes de
alta visibilidad:
- Fútbol:
La Federación Venezolana de Fútbol (FVF), con fondos de la CONMEBOL y
propios, ha modernizado estadios clave como el Monumental de Maturín, el
Brígido Iriarte en Caracas y el Misael Delgado en Valencia, para poder
albergar competiciones internacionales. Una arbitraria prohibición impide
la práctica del atletismo en esas instalaciones.
- Béisbol:
Se construyó el moderno Estadio Monumental de Caracas "Simón
Bolívar", sede de la Serie del Caribe 2023.
Esta dualidad evidencia
una política que privilegia proyectos de alto perfil mediático mientras la
infraestructura de base y para deportes menos populares se deteriora, afectando
la masificación y el desarrollo de nuevas generaciones de atletas.
3. Gobernanza y
Desarticulación Federativa
La gestión deportiva
también enfrenta serios problemas. Las federaciones deportivas, en muchos
casos, desde la llegada de un funcionario de gobierno a la presidencia del COV
en el 2006, son vistas como entes politizados y con poca autonomía. Se han
registrado denuncias de corrupción y malos manejos en años anteriores, y los
procesos electorales de las asociaciones regionales a menudo son conflictivos,
carecen de transparencia y son el escenario predilecto de funcionarios de
gobierno en clara violación de la autonomía federativa.
Esta desarticulación
impide la creación de un plan de desarrollo deportivo coherente y a largo
plazo, dejando a los atletas y entrenadores en un estado de incertidumbre
constante.
4. Impacto en el Deporte
Menor y la Generación de Relevo
Quizás la consecuencia
más grave de la crisis es la ruptura en la cadena de desarrollo de talento. La
interrupción por muchos años de los Juegos Deportivos Nacionales, que
históricamente fueron el principal semillero de atletas del país, dejó un vacío
inmenso. Aunque se han realizado ediciones recientes, la falta de continuidad y
la precariedad de recursos limitan su impacto.
El deporte escolar y
comunitario, fundamental para la masificación, sufre las mismas carencias de
instalaciones y personal capacitado, poniendo en grave riesgo el futuro del
deporte venezolano y la capacidad del país para ser competitivo a nivel
internacional en los próximos ciclos olímpicos.
5.
Entrenadores
La
situación laboral general para los entrenadores deportivos en
Venezuela ha empeorado considerablemente. A
partir de 1999 hasta el presente año 2025, se ha impuesto
arbitrariamente una sistemática y progresiva política autocrática y totalitaria de desconocimiento de los derechos laborales de los entrenadores
conseguidos a partir de 1975
En resumen, el deporte
venezolano sobrevive gracias a la resiliencia, el sacrificio y el talento
individual de sus entrenadores y atletas, quienes a menudo logran hazañas a
pesar del sistema y no gracias a él. La crisis es estructural y solo podrá
superarse con un cambio de gobierno que posibilite una inversión sostenida, una
reestructuración de las autoridades deportivas: el MPPD, IND, COV y la no
injerencia de los funcionarios de gobierno en las Federaciones. Además, de un
plan sostenible para el desarrollo del deporte.