domingo, 25 de agosto de 2024

 

La masacre de San Jacinto 

Jesus Elorza 

El pasado 29 de julio, en la ciudad de Maracay cientos de personas salieron a la calle para expresar su solidaridad con el Presidente Electo Edmundo González Urrutia y su rechazo a los fraudulentos anuncios hechos por el CNE, en un primer boletín cuya procedencia ha puesto en duda todo el mundo, señalando como ganador al jefe del régimen. Hecho este que provoco el universal rechazo en todos los rincones de Venezuela y el mundo. 

Sobrado y constitucional derecho tenían los ciudadanos de salir pacíficamente a la calle a exigir la transparencia en el conteo de los votos con el respaldo de la presentación de las actas. Toda persona que de una u otra forma participo de ese proceso, incluyendo a los del gobierno, estaban consientes de los resultados que progresivamente iban dando las mesas escrutadas y que reflejaba una clara y contundente victoria de Edmundo. 

Al ver esa avalancha de votos en contra de su camarada candidato a la reelección, Amoroso apela a la mentira y anuncia que los sistemas del CNE fueron hackeados y sacando un papelito de uno de sus bolsillos anuncia unos resultados que dan como ganador a su camarada. No es necesario aclarar que dicha formulación numérica careció por completo del respaldo de las actas y a todas luces era un fraude electoral.  

A l día siguiente, no se hizo esperar el reclamo de los ciudadanos por el respeto a su derecho constitucional de elegir y el respeto a la expresión democrática reflejada y soportada por las actas. De manera pacífica cientos de aragüeños salieron a la calle y se concentraron con sus banderas y consignas en los alrededores de la redoma de San Jacinto en Maracay. 

El gobierno regional y nacional de inmediato ordenaron reprimir a los manifestantes y, la guardia nacional, la policía bolivariana y los colectivos armados salieron a cumplir con su trabajo y de manera salvaje dieron paso a una brutal y sangrienta represión que dejó como saldo 7 personas muertas y más de 100 detenidos hecho este que la organización “Programa venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos PROVEA” no dudó en calificar como La Masacre de San Jacinto. 

Esa arremetida violenta con la intención de atemorizar y acallar a la protesta ciudadano también fue acompañada por las irresponsables declaraciones del Comandante de la ZODI Aragua Ángel Balestini y el Fiscal General de la Republica Tareck William Saab quienes declararon a los medios diciendo uno que, los manifestantes pretendieron ingresar al cuartel de la 42 Brigada de Infantería Paracaidista ubicada frente a la redoma de San Jacinto y, el otro que, eso de heridos y muertos es falso porque él no ha recibido ninguna denuncia relacionada con eso y afirmo en una rueda de prensa que el 70 % de las personas fallecidas en las protestas habían sido asesinadas por los grupos delincuenciales descartando las responsabilidades de civiles o militares o policiales vinculados al estado. Además, en otros hechos ocurridos en la ciudad capital, se le ocurrió afirmar que los manifestantes están usando salsa de tomate para simular un hecho punible. 

 Rances Izarra (30), Anthony José Moya Mantía (20), Jesús Gregorio Tovar Perdomo (21), Jesús Ramón Medina Perdomo (56), Gabriel Ramos (33), Andrés Alfonzo Ramírez Castillo (36) y el Sargento Primero de la Guardia Nacional Bolivariana José Antonio Torrents Blanca (26) asesinados en la manifestación representan el doloroso y trágico desmentido a las autoridades que pretenden ocultar sus responsabilidades en los sangrientos hechos ocurridos en La Masacre de San Jacinto. 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario