8 de mayo
“Día del
Entrenador Deportivo”
El 1º de mayo “Día Internacional de los
Trabajadores” guarda una particular significación para los Entrenadores
Deportivos de Venezuela, puesto que, en esa fecha en el año 1975, se dio inicio
a una huelga en procura de lograr una contratación colectiva que regulara la
relación laboral con el Instituto Nacional de Deporte. Esta acción gremial
marcó un hito en la historia deportiva, no solamente nacional sino
internacional, porque era la primera manifestación de ese tipo, que se daba en
el sector de los trabajadores del deporte a nivel mundial. Una semana después,
el 8 de mayo, quedó establecido oficialmente como el “Día del Entrenador
Deportivo” en reconocimiento a la gesta que se había librado durante toda esa
semana y en esa fecha se alcanzó acuerdos en torno a las demandas laborales
requeridas por los entrenadores en ese momento.
Los
logros gremiales alcanzados quedaron plasmados en el contrato colectivo
denominado “Las Bases Normativas” Las cláusulas de importancia contenidas en
ese documento laboral fueron múltiples y variadas. En primer lugar, el
reconocimiento del derecho a de los entrenadores a tener una contratación
colectiva con el patrón de entonces, el Instituto Nacional de Deportes, la
indexación salarial en base a los índices inflacionarios que mostrara el Banco
Central de Venezuela, es decir, anualmente el salario de los trabajadores del
Instituto se iba a mover de acuerdo a las escalas inflacionarias señaladas por
el mencionado Banco, cláusula esta que pasó a ser un punto de referencia
obligatorio en los contratos colectivos de Venezuela.
También se contempla la clasificación del personal, en unas escalas
previamente señaladas en un Manual de Clasificación de Cargos de los Entrenadores
Deportivos que se desempeñan en la Administración Pública Nacional. Este manual
es un elemento de vital importancia porque le dio jerarquía a este sector
laboral con una fisonomía propia dentro de la administración pública
venezolana. La seguridad social de los trabajadores se vio fortalecida con el
establecimiento de los seguros HCM, el establecimiento de las cajas de ahorro
con el aporte del 11% y el aporte patronal del 11%, la denominación del salario
integral de los trabajadores y el establecimiento de comisiones bipartitas y
tripartitas para conocer el caso de los despidos que se presentara en el
Instituto Nacional de Deportes.
Pero, a partir de 1999 y hasta el presente año 2023, los regímenes de
Chávez-Maduro han impuesto arbitrariamente una sistemática y progresiva
política de desconocimiento de los Derechos Laborales de los Entrenadores
conseguidos en 1975. Esa política anti-trabajador se manifiesta de manera
inequívoca en los siguientes hechos:
-Congelación de
los contratos colectivos. A la fecha, son 23 años sin tener la posibilidad de
presentar, discutir y aprobar con el IND un nuevo marco de relación
laboral.
-Violación expresa de la Constitución y La Ley Orgánica del Trabajo al firmar
un convenio con Cuba para la ilegal tarida de 10.000 “entrenadores”
estableciendo una discriminación salarial, al remunerar a los extranjeros con
pagos en divisas (1.500 $ mensuales) y en bolívares devaluados a los
entrenadores criollos. Pisoteando así, el principio universal que establece “A
igual trabajo igual salario”.
-Los seguros HCM que, por su inexistencia o sus pírricas coberturas,
prácticamente mantienen "condenados a muerte" a los trabajadores que
necesiten ser atendidos por problemas de salud.
-Negativa permanente para aplicar la homologación de salarios, pensiones y
jubilaciones.
- Los
manuales clasificadores de cargos no son aplicados y los pasivos laborales
duermen el sueño del burócrata, en la larga espera de su cancelación.
-Apropiación indebida de los descuentos mensuales del 11% a los entrenadores
como aporte a la Caja de Ahorros del IND así como el 11% del aporte patronal.
Esos aportes son retenidos ilegalmente, desde hace dos años, por las
autoridades del IND y hasta el momento se desconoce el destino de los
mismos.
-Bonificación de los salarios, pensiones y jubilaciones de hambre, aprobados
unilateralmente por el régimen.
Veinte y tres años de intolerancia patronal, de autoritarismo
gubernamental, de condiciones leoninas de trabajo, de salarios de hambre, de
ausencia de programas de protección social hacen necesaria la unidad en la
lucha de los trabajadores del deporte por el logro de sus derechos
laborales. Hoy, más que nunca tiene plena vigencia el pensamiento de
Carlos Sánchez, como una expresión de compromiso social en las luchas
gremiales:
“El Entrenador Deportivo debe ocupar
permanentemente su puesto de lucha por Un Deporte Mejor y no doblegarse ante
ningún burócrata civil o militar que pretenda usarlo con fines politiqueros o
de enriquecimiento ilícito. Solo la Unidad Gremial nos hará fuerte en la
búsqueda y defensa de nuestros Derechos Sociales”
La historia, nos permite recordar que el pasado no está nunca terminado,
sino que permanece abierto y que en él reposan aún las semillas de otro
presente y otro porvenir…la lucha continúa.
Jesús Elorza
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