FIN DE MUNDO
HOSPITALES SIN MÉDICOS
Jesús
Elorza
Durante todo el mes de mayo, las calles y avenidas de Maracay han sido
el escenario principal de las marchas y concentraciones de los Trabajadores de
la Salud que de manera sostenida han mantenido sus denuncias y reclamos por la
violación de sus derechos laborales. Los traslados inconsultos de los médicos y
enfermeras que laboraban en los ministerios de salud y defensa al organismo
regional de Corposalud, configuran medidas de despido indirecto y de arbitraria
reducción de los salarios que afectaron, de una u otra manera, a más de 2.500
trabajadores del sector.
En el caso concreto del programa “Misión Barrio Adentro”, los médicos,
enfermeras, empleados y obreros de manera unificada, llevaron sus reclamos a la
Inspectoría del Trabajo en donde introdujeron un pliego con una solicitud de
amparo, para todos y cada uno de los trabajadores afectados por las medidas
anti obreras de los patronos. Hasta el presente no se conoce aún la respuesta
gubernamental frente a este reclamo y los trabajadores se mantienen atentos a
los acontecimientos, fortaleciendo su unidad y acción de lucha en sus justos
reclamos.
De manera casi simultánea, en el Hospital Militar de Maracay, sesenta
médicos residentes fueron transferidos, de forma inconsulta, del Ministerio de
la Defensa al ya nombrado organismo regional de Corposalud. Esta arbitraria e
ilegal medida fue protestada por el personal afectado. Además, dieron a conocer
que, a pesar de haber firmado un contrato en diciembre del año pasado, no les
habían cancelado ni un solo mes de trabajo.
Ante la protesta sostenida por los médicos, el gobierno se vio en la
obligación de dar marcha atrás en su política de transferencia inconsulta del
personal de una dependencia a otra, prometiendo la cancelación de los meses
trabajados. Pero, de la manera más draconiana, les anunció a los médicos que a
partir del próximo año ¡¡¡las residencias serían autofinanciadas!!! Esta medida
colocaría al personal médico en una situación de esclavitud a todas luces
inaceptable.
El médico residente es un profesional en formación que ha completado sus
estudios universitarios de medicina y que se encuentra en la fase práctica de
su formación especializada.
Una vez que se ha completado la carrera universitaria de medicina, el
siguiente paso es especializarse en una rama concreta, como pueden ser la
pediatría, la dermatología o la cardiología, entre otras. Para ello, es
necesario realizar un período de formación especializada, que se conoce como
residencia.
Durante este periodo, los médicos residentes tienen la oportunidad de
aplicar los conocimientos adquiridos en la universidad a situaciones reales en
hospitales y centros de salud, y de aprender de forma práctica las habilidades
necesarias para ejercer su especialidad. Todo ello bajo la supervisión de
médicos especialistas que les guían y les enseñan las técnicas y procedimientos
necesarios para el diagnóstico y tratamiento de pacientes. La duración del
programa de formación depende de la especialidad, que oscila entre dos y cinco
años. Durante ese periodo de estudio o especialización, el médico recibe una
remuneración o pago por su trabajo.
Ahora, el régimen pretende imponer a los médicos una situación de
esclavitud al proponerles que ¡¡¡las
próximas residencias serán autofinanciadas!!!, es decir, cada médico residente
tendrá que trabajar gratis en el centro de salud asignado para sus estudios de
especialización, en jornadas laborales de ocho o más horas diarias y guardias
de 12 o 24 horas, cada dos semanas, sin devengar salario alguno.
Este régimen laboral propuesto por el régimen revolucionario del Siglo
XXI deja ver a las claras su esencia dictatorial, en la cual el trabajador
queda reducido a ser un simple esclavo, sin ningún derecho, lo que sin lugar a
duda se traducirá a corto plazo, en que nuestros hospitales se queden sin
médicos y los ciudadanos condenados a muerte.