1º de mayo en el Siglo XXI
Veinte y tres años de
agresión a los Entrenadores
Jesús Elorza
El primer día del mes de
mayo representa una fecha significativa en todo el mundo, porque en ella se
celebra “El día internacional de los trabajadores” en
conmemoración de la sangrienta represión que sufrieran los obreros de la
fábrica McCormick, durante varios días de abril y mayo de
1886, en la ciudad de Chicago durante las protestas por lograr el
establecimiento de “Ocho horas de trabajo, ocho de descanso y ocho horas de
recreación”. La fecha, se escogió en honor a los Mártires de Chicago, un
grupo de cinco sindicalistas
estadounidenses que fueron condenados a muerte en 1886 durante una huelga que
reclamaba la implementación de la jornada laboral de 8 horas. Estos obreros
fueron acusados, sin prácticamente pruebas y en juicio muy cuestionado, de
haber cometido un atentado contra policías. Con el transcurso del tiempo,
la conmemoración de esta fecha se convirtió en una celebración tradicional,
donde pone de manifiesto, que la lucha por mejorar las condiciones laborales de
los trabajadores sigue vigente.
En el caso venezolano,
durante la gestión del régimen que se hace llamar socialista bolivariano del
siglo XXI, caracterizado según sus representantes como un gobierno de “justicia
social, de igualdad para los pobres, socialista, de democracia participativa y
de inclusión social” en la práctica se observa todo lo contrario. Las
manifestaciones de los trabajadores durante los últimos 23 años se han
caracterizado por las denuncias contra un régimen represivo que pisotea los
derechos laborales de los trabajadores. De manera sostenida sindicatos,
gremios, ONG, asociaciones han dado a conocer la paralización de las
contrataciones colectivas, aumentos miserables del salario mínimo y congelación
del resto de la escala salarial, acumulación de deudas laborales, empeoramiento
de las condiciones de trabajo y seguridad industrial, eliminación de los HCM,
despidos injustificados, retraso en los pagos de los bonos vacacionales, de las
utilidades y aguinaldos, la proliferación de sindicatos paralelos, la
persecución y encarcelamiento de los dirigentes que pelean por las
reivindicaciones laborales, la criminalización del derecho a la protesta,
mandando a centenares de obreros a tribunales por reclamar tales abusos y
chantajeando a miles con el despido si no se callan y aceptan tal
arbitrariedad.
En el caso de los
Entrenadores Deportivos activos y jubilados del Instituto Nacional de Deporte
IND, es importante señalar que, a partir del 2000
hasta el presente año 2023, los regímenes de Chávez-Maduro han impuesto
arbitrariamente una sistemática y progresiva política autocrática y totalitaria
de desconocimiento de los Derechos Laborales de los Entrenadores conseguidos a
partir de 1975. Esa política anti-trabajador se manifiesta de manera inequívoca
en los siguientes hechos:
-Congelación de los contratos
colectivos. A la fecha, son 23 años sin tener la posibilidad de presentar,
discutir y aprobar con el IND un nuevo marco de relación laboral.
-Violación expresa de la
Constitución y La Ley Orgánica del Trabajo al firmar un convenio con Cuba para
la ilegal traída de 10.000 “entrenadores” estableciendo una discriminación
salarial, al remunerar a los extranjeros con pagos en divisas (1.500 $
mensuales) y en bolívares devaluados a los entrenadores criollos. Pisoteando
así, el principio universal que establece “A igual trabajo igual
salario”.
-Los seguros HCM que,
por su inexistencia o sus pírricas coberturas, prácticamente mantienen
"condenados a muerte" a los trabajadores que necesiten ser atendidos
por problemas de salud.
-Negativa permanente
para aplicar la homologación de salarios, pensiones y jubilaciones.
- Los manuales clasificadores
de cargos no son aplicados y los pasivos laborales duermen el sueño del
burócrata, en la larga espera de su cancelación.
-Apropiación indebida de los
descuentos mensuales del 11% a los entrenadores como aporte a la Caja de
Ahorros del IND, así como el 11% del aporte patronal. Esos aportes son
retenidos ilegalmente, desde hace dos años, por las autoridades del IND y hasta
el momento se desconoce el destino de los mismos.
-Bonificación de los salarios,
pensiones y jubilaciones de hambre, aprobados unilateralmente por el
régimen.
Veinte y tres años de intolerancia patronal, de autoritarismo
gubernamental, de condiciones leoninas de trabajo, de salarios de hambre, de
ausencia de programas de protección social hacen necesaria la unidad en la
lucha de los trabajadores del deporte por el logro de sus derechos
laborales. Hoy, más que nunca tiene plena vigencia el pensamiento de
Carlos Sánchez, que el 1º de mayo de 1975 dirigió la Huelga de Hambre de los
Entrenadores Deportivos en su justa lucha y reclamo por mejores condiciones
laborales y señaló que,
“El Entrenador Deportivo debe ocupar permanentemente su
puesto de lucha por Un Deporte Mejor y no doblegarse ante ningún burócrata
civil o militar que pretenda usarlo con fines politiqueros o de enriquecimiento
ilícito. Solo la Unidad Gremial nos hará fuerte en la búsqueda y defensa de
nuestros Derechos Sociales”
La historia, nos permite recordar que el pasado nunca ha terminado, sino
que permanece abierto y que en él reposan aún las semillas de otro presente y
otro porvenir…la lucha continúa.