CAPITALISMO SALVAJE BOLIVARIANO
Jesús Elorza
A los militantes de base
del Psuv, les costaba mucho entender las políticas económicas del camarada
Nicolás. Era difícil de tragar, como después de tantos años diciéndole al mundo
entero que el capitalismo no regresaría jamás a nuestra patria y que el dólar
era el representante económico del imperialismo norteamericano, ahora nos
conseguimos que es, por decirlo de alguna manera, el signo monetario de nuestra
revolución socialista siglo XXI.
También, resultan relevantes
en la economía impulsada por el camarada, la entrega de nuestras riquezas
minerales a consorcios extranjeros. Chinos y rusos compran o se llevan a
precios regalados nuestro oro, diamantes, petróleo y cualquier vaina de valor
que exista en nuestro subsuelo y todo esto no tiene nada que ver con las tesis
del marxismo-leninismo que nos vienen inculcando desde 1999. La agresión
imperialista, ahora es el gran negocio. Dólar o muerte es la nueva consigna.
Este modelo económico,
sin lugar a dudas, podríamos calificarlo como “Capitalismo Salvaje Bolivariano”
en donde resaltan los valores del régimen, entregando a los consorcios privados
de enchufados la explotación de nuestras riquezas y la importación libre de
impuestos de todo tipo de productos.
En este Festín de
Baltazar, se impone la tesis del lucro, mientras que en el otro extremo, la
pobreza se extiende exponencialmente entre la población y el sector laboral es
golpeado con salarios de hambre y la congelación, por no decir eliminación, de
sus contratos colectivos. Para reducir al máximo las protestas de los
trabajadores criminalizan las manifestaciones y aplicamos la censura
comunicacional.
Quizás lo más relevante
de este modelo de capitalismo salvaje bolivariano, es la forma como se expresa
a nivel de la población, en lo relativo a la privatización de los servicios
públicos. Suena contradictorio “servicio público-privado” pero eso es lo que
hay:
- Agua: su suministro, a
pesar de pagar las altas facturas a Hidrocentro, está totalmente afectado, los
cortes se prolongan por varios días semanalmente, lo que ha obligado a los
ciudadanos a comprar el líquido vital en camiones cisternas, a un valor entre
20 y 40 dólares el servicio o asumir a grandes costos la construcción de pozos.
-Electricidad: a pesar de
cancelar las facturas a Corpoelec o mejor dicho “Cortoelec”, todos los días hay
cortes de la energía eléctrica y cuando se quema un bombillo de la calle o se
daña un transformador deben ser comprados por los habitantes del sector.
-Salud: el cuadro de terror
que se presenta al acudir a un hospital se manifiesta en la lista de insumos
que el paciente debe llevar para poder ser atendido. El personal reclama a
diario la total falta de insumos médico-asistenciales para trabajar y los
salarios de hambre a los cuales están sometidos.
-Basura: el pago de los
impuestos municipales no se traduce en el servicio de recolección de los
desechos. Por el contrario, hay que pagar aparte la recolección o dejarla
tirada en la calle.
-Gas: la empresa que lo
suministra es del Estado, pero el pésimo servicio y las largas colas, obligan a
comprar las bombonas a empresas privadas o a intermediarios de las empresas
estadales…¡¡¡pero en dólares!!!
-Alimentos: la
exoneración de impuestos para la transportación de alimentos y pagos de aduanas
ha provocado que los grandes capitales de enchufados al régimen, al no poder
invertir por las sanciones económicas, han dirigido sus riquezas al
establecimiento de Bodegones donde se consigue de todo…¡¡¡pero en dólares!!! El
mecanismo del capitalismo salvaje bolivariano es sencillo: No pago impuestos y
vendo al precio que me da la gana.
-Gasolina: no hay mucho
que explicar. Pasamos de subsidiada a dolarizada de un solo coñazo y ahora le
toca al diésel lo que traerá como consecuencia el aumento en los pasajes, en el
transporte de mercancías y la elevación de los precios de todos los insumos.
En fin, el modelo
económico de este régimen, Capitalismo Salvaje Bolivariano, busca implementar
una mezcla de economía de mercado con un régimen totalitario. En la distorsión
de esa alocada propuesta, el sector privado solo estará representado por los
enchufados del régimen y el papel del estado es exonerarlos de toda la carga
impositiva para que sus ganancias sean las mejores del mundo. Pero, a su vez
mantiene la carga de impuestos a toda la población y promueve la privatización
de los servicios públicos que, sumado a los salarios de hambre de todos los
trabajadores, solo está contribuyendo a la desigualdad social. Los ricos
enchufados son cada vez más ricos y los pobres se vuelven cada vez más
pobres.
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