“Z” el símbolo de la invasión rusa
Jesús Elorza
Desde el pasado 2 de
marzo, la ciudad de Doha (Catar) está acogiendo la segunda prueba de la
Copa del Mundo de gimnasia artística de este año. En ella, los deportistas
rusos tienen permitido participar (hasta el 7 de marzo, fecha en la que será
prohibida su participación), aunque no lo hacen bajo la bandera de su país. La
final masculina de barras paralelas de quedó marcada por el desafío del hombre
que acabó tercero, el ruso Ivan
Kuliak y en la que, curiosamente, se ha impuesto el ucraniano Illia
Kovtun.
El gimnasta de 20 años
disputó toda la competición con una 'Z'
de esparadrapo en el pecho en lugar del logo de su federación. Ese
símbolo es el mismo que llevan los
tanques que están participando en la invasión a Ucrania, lo que deja claro que, pese
al vacío y las sanciones que están imponiendo a los deportistas rusos, los hay
que creen a ciegas las órdenes de Vladimir Putin.
La comentada imagen de
Kuliak con la 'Z' en el pecho se ha producido porque la Federación Internacional de Gimnasia prohibió
a los deportistas rusos y bielorrusos competir bajo su bandera a partir del 7 de marzo, por lo que
esta Copa del Mundo de Doha era la última para ellos.
La actitud de Kuliak no
es sorprendente para los que le conocen, ni a él ni al entorno de la Federación Rusa de Gimnasia. El joven
gimnasta, acaba de pasar el servicio militar (obligatorio en Rusia)
hace apenas unos meses; de hecho, esta ha sido su primera competición senior.
Durante mucho tiempo, se ha comentado en el mundo deportivo que, el absoluto
adoctrinamiento político en el que viven los gimnastas rusos se debe en buena
medida al presidente de la Federación, Andrey Leonidovich Kostin. Además
de ejercer de máximo responsable de esta entidad, es el presidente del VTB
Bank, uno de los afectados por las sanciones internacionales a la banca rusa.
Ferviente creyente en las tesis de Putin y uno de sus hombres de confianza, no
duda en presionar a los deportistas (bajo amenaza de expulsión) para
que se posicionen políticamente en todas las competiciones.
El detalle de la “Z” en
el pecho de Kuliak se puede entender como una muestra de apoyo a la
invasión rusa de Ucrania. Esta “Z” se ha visto en multitud de
ocasiones en los pasados días
pintada en los carros de combate, artillería y vehículos rusos que llegaban a
Ucrania. Solo faltó, y no es raro que ocurra en cualquier
momento que, el gimnasta al igual que lo hicieron los atletas alemanes en los
Juegos Olímpicos de 1936 en Berlín, levantase su brazo derecho y gritara el
nuevo saludo nazi-fascista “Heil Putin”.
Este nuevo o viejo
dictadorzuelo Vladimir Putin, con una larga y oscura trayectoria en la criminal
agencia policial soviética “La KGB” no ha escatimado esfuerzos en su enfermiza
aspiración de reconstruir al imperio soviético y no ha dejado de utilizar el
deporte en sus imperiales propósitos. Con la finalidad de mantener una
supremacía en el mundo de los deportes, ordenó la implementación de “Una
política de Estado para el Dopaje de los Atletas” y usar sus triunfos para
mostrar al mundo el poder de su imperio.
Afortunadamente, las
denuncias contra esas políticas se han mantenido en el tiempo y a pesar de las
ambiguas posiciones de algunas organizaciones y dirigentes deportivos, han
logrado superar los silencios cómplices y se ha visto como, hoy en día las sanciones
contra el gobierno ruso han prosperado. Igualmente hay que destacar que, con la
invasión a Ucrania, el mundo deportivo ha expresado una solidaridad activa
contra la guerra.
En fin, el deporte como un solo ser, ha asumido, como
valor fundamental, frente a las agresiones, la solidaridad activa con todos
aquellos que sufren los rigores de las acciones invasoras y genocidas de
regímenes tiránicos y dictatoriales. El deporte está al lado de Ucrania.
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