¿HOMICIDIO O ACCIDENTE?
Jesús Elorza
Un profesor de Derecho Penal de la Universidad “Yacambú”,
decidió rendir un Homenaje Póstumo a los peloteros José Castillo y Luis
Valbuena del equipo Cardenales de Lara. En tal sentido, promovió con sus
estudiantes un debate que llevó por nombre ¿Homicidio o Accidente? para
analizar y discutir sobre los diferentes aspectos que rodearon el fatal
accidente.
Las intervenciones no se hicieron esperar:
-Profesor, en mi criterio, allí lo que ocurrió fue un
homicidio generado por los delincuentes que operan en esa zona, dijo uno de los
presentes.
Bachiller, en que basa usted esa afirmación.
-El accidente en el cual perdieron la vida dos
valiosos deportistas, encaja en la figura penal del homicidio preterintencional
propiamente dicho, tipificado en nuestra legislación sustantiva penal,
castigado con pena de presidio.
Pudiera explicarnos en que consiste, solicitó el
profesor.
-Preterintención significa "más allá de la
intención". El agente dirige su voluntad hacia un determinado resultado
típico y se produce uno más grave que siendo previsible excede su intención.
Ej: El qué actuando con dolo de lesionar a otro, le causa imprudentemente la
muerte (homicidio preterintencional, Art° 105 del Código Penal).
En el caso que nos ocupa, el resultado del acto
(colocación de obstáculos en la vía) excedió al “Animus
nocendi”, es decir a la intención lesiva.
-Otro estudiante interviene para exponer que la
ausencia de seguridad en la autopista regional, la falta de visibilidad y de
demarcación vial, es una responsabilidad política del gobernador y pudiera ser
extensiva al Estado regional, quien tiene personería jurídica y responde de su
negligencia u omisiones.
-Yo agregaría, dijo otro de los presentes, que la
responsabilidad del gobernador como Jefe del Ejecutivo es de naturaleza civil,
con lo cual los deudos de las victimas podrían intentar un proceso judicial,
pues entre las obligaciones del gobernador está la de garantizar la seguridad
de las personas, lo que lo obliga a mantener en condiciones de buena vialidad
el área de la autopista sometida a su jurisdicción.
-Quiero destacar, dijo una de las estudiantes, que a
las pocas horas de ocurrir el hecho, el mencionado gobernador anunció la
detención de varios sujetos que tenían en su poder algunas de las pertenencias
de los peloteros. Sin embargo, el pelotero Elvis Escobar declaró a la
televisora Promar TV, que el venía en otro carro y le tocó auxiliar a los
compañeros que viajaban en el vehículo que se estrelló y dejo muy en claro que
“pudo recuperar casi todas las pertenencias de los compañeros, lo único que no
pudimos recuperar fue una maleta que cayó en el monte y dada la oscuridad
reinante no fui a buscarla por miedo a que me asaltaran…. es falso que las
pertenencias de mis compañeros fueran robadas”
Esta declaración de Escobar, continuó explicando la
estudiante, me lleva a pensar que estamos en presencia de una simulación de
hecho punible por parte del gobernador y las autoridades policiales con el
propósito de distraer y presentarse ante la opinión pública como un cuerpo
policial eficiente que en pocas horas pudo resolver los homicidios y detener a
los involucrados. Faltaría ahora, establecer si los detenidos son o no son los
verdaderos asesinos.
-Creo, dijo otro, que el caso se está encangrejando
con el surgimiento de medias verdades por parte de las autoridades tratando de
tapar sus irresponsabilidades. Si vamos a buscar culpables ante esta tragedia,
es necesario culpar a los que tienen la responsabilidad de garantizar la vida y
la seguridad de los venezolanos. El colocar obstáculos en la vía para producir
accidentes y poder ejecutar fechorías es un “vil y condenable asesinato”, y
agregó que esto ocurre a lo largo y ancho en el país porque no existe una
política de seguridad real en Venezuela.
“Los dueños de las carreteras y de los campos son
grupos delincuenciales que aplican sus propias leyes y justicia, y el Gobierno
bien gracias”, acotó.
Subrayó que esta situación es producto de un sistema
inmoral de gobierno, donde la peor mafia está enquistada dentro de las
instituciones del Estado.
“Al haber piedras en la carretera, colocadas por
maleantes para robar a los viajeros, desde el punto de vista jurídico no se
puede hablar de ‘accidente’, sino de homicidio”
-Para finalizar, el profesor intervino para exponer lo
que serían las conclusiones del debate: La muerte de los peloteros Castillo y
Valbuena es un homicidio. En los hechos está claramente establecida la
negligencia gubernamental y las contradicciones de sus declaraciones con
respecto a las pertenencias de los jugadores.
En un país donde el poder judicial, la Fiscalía y la Defensoría del Pueblo
se encuentran secuestrados por el régimen autocrático y totalitario, no debe
sorprendernos que estos organismos terminen haciéndose eco de la descarada
opinión del presidente de la LVBP
y terminen echándole la culpa a los muertos y decreten el caso como
revolucionariamente cerrado.
Queda entonces, mantener en alto la denuncia ante los
organismos de Defensa de los Derechos Humanos de los asesinatos cometidos en
nuestras carreteras por bandas de delincuentes con el apoyo por negligencia u
omisión de las autoridades regionales y/o nacionales y la complicidad de
personas que pretenden culpar a las víctimas más no a los victimarios.
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