EN EL PAÍS DE LOS CHOROS, EL TUERTO ES REY.
Jesús Elorza
Dos milicianos
pertenecientes a la guardia pretoriana de Nicolás, conversaban animadamente
sobre las noticias provenientes del imperio, en donde resaltaban hechos de
corrupción que involucraban a personas vinculadas al gobierno revolucionario.
-Camarada, usted
que está mejor informado que yo, pudiera decirme quien coño ese que llaman “El
Tuerto” y que carajo fue lo que hizo, preguntó uno de los milicianos.
Ese cuento es largo,
pero voy a resumírselo. Alejandro José Andrade Cedeño, fue uno de los
revolucionarios que acompañó a nuestro Difunto Eterno en el golpe de estado del
4 de febrero de 1992. Posteriormente, cuando nuestro comandante Chávez se
incorpora a la campaña electoral, este personaje aparece en el escenario
político como uno de sus guardaespaldas.
Al quedar Chávez
electo como presidente, Andrade paso a ser miembro del circulo primario de
seguridad de nuestro comandante y se la pasaba pa’ arriba y pa’ bajo con él.
-Pero explícame
como un simple guarda espaldas alcanzó tanto poder como señala la prensa
imperialista.
Bueno, déjeme decirle
camarada que la suerte acompañó al personaje.
-¿Cómo así?
En uno de esos días en
que nuestro comandante andaba ladillao, invito a Andrade a jugar chapita en los
jardines del palacio de Miraflores….
-¿Chapita, que vaina
es esa??
Chapitas es similar al
béisbol, pero con la diferencia de que se juega con chapas de refrescos o
cerveza, en lugar de una pelota; y con un palo de escoba que sirve como
bate.
-¿Y qué pasó en esa
caimanera?
En el desarrollo del
juego, Andrade hacía de pitcher, mientras que Chávez se encontraba al bate, y
resultó que cuando bateó, la chapa dio el ojo derecho de Andrade, siendo el
impacto de tal gravedad que terminó perdiéndolo y a partir de ese momento lo
llaman “El Tuerto”
Para compensar la
falta, nuestro comandante, llevó de la mano a su compañero a ocupar cargos en
los diferentes estamentos políticos del país.
En ese mismo año,
Andrade formó parte de la
Asamblea Nacional Constituyente como subsecretario. En 2001
presidió el Fondo del Pueblo Soberano y el Fondo Único Social. Para el año 2007
fue designado como Tesorero de la nación, cargo que simultáneamente ejerció
siendo presidente del Banco de Desarrollo Económico Social (Bandes) y también
viceministro de Gestión Financiera del entonces Ministerio de Economía y
Planificación Financiera. Por si fuera poco, Chávez designó a Andrade en 2009
como presidente del Banco de Fomento Regional Los Andes (Banfoandes).
-Carajo camarada, en
esa carrera meteórica lo pusieron donde haiga, dijo el miliciano.
Así fue, y El Tuerto
no aguantó dos pedidas para meterse en los negocios. Entre 2007 y enero de 2011
ocupó el máximo cargo de la
Oficina Nacional del Tesoro en Venezuela. Y desde allí,
utilizó su posición como Tesorero Nacional venezolano para seleccionar a sus
compinches testaferros para realizar transacciones de cambio de moneda
para el gobierno venezolano. Se calcula que Andrade recibió a través de
sobornos y lavado de capitales ¡¡¡más de mil millones de dólares
(1.000.000.000$)!!!
-Vergación, dijo el
miliciano. ¿Y que hizo con tanto real?
-Camarada acláreme
algo, si el Tuerto era un revolucionario porque todas sus propiedades las tenía
en el imperio.
Bueno, además de
tuerto, era un rolo ‘e vivo. Cuando se dio cuenta que la enfermedad del
comandante eterno era de fase terminal., hecho el pendejo entró en contacto con
el gobierno norteamericano y a cambio de información logró protección.
En diciembre de 2017
se declaró culpable de lavado de dinero y haber recibido sobornos por el orden
de mil millones de dólares ante la fiscalía del sur de la Florida. Explicó
cómo utilizó su cargo de Tesorero para favorecer a quienes le pagaban las
coimas con asignación de contratos y bonos para el cambio de divisas, operación
que controla el gobierno venezolano desde 2003 y que ha provocado grandes
escándalos de corrupción.
Desde ese momento,
Andrade colabora con la justicia para reducir su pena, pero un revés por
incumplimiento del estricto acuerdo de colaboración, provocó la decisión
Fiscalía de incautarle al menos 70 propiedades y artículos para que sean
vendidos de acuerdo a lo establecido en las leyes.
-Si ese bichito,
hubiese tenido los dos ojos sanos, se hubiese llevado hasta el queso que había
en la mesa…ese barbarazo acabo con to’, dijo el miliciano al mejor estilo de
Wilfrido Vargas.
Así es, “En el país de
los choros revolucionarios, El Tuerto es Rey”.