Jesús Elorza
Millones de personas desfilan por las calles y avenidas de Caracas. Desde el Balcón del Pueblo, Nicolás contemplaba extasiado todo el panorama y dio rienda suelta a su discurso. Hemos cumplido, el sueño de Marx y Chávez. La clase trabajadora, ha tomado el poder en Venezuela “Yo soy el Presidente obrero” Frente a la burguesía imperialista, nosotros representamos a “La Dictadura del Proletariado”.
Pero, de inmediato se dio cuenta que su arenga no había provocado el más mínimo entusiasmo en los manifestantes…..silencio total. Ante ello, decidió, dirigirse directamente a los distintos sectores representativos de los trabajadores.
Obreros de Sidor, díganme algo….Los hornos están parados y seguimos laborando como peones tercerizados a pesar de que el Comandante Supremo nos ofreció incorporarnos a la nomina….pura muela…nadie resuelve un coño, fue la iracunda protesta.
Trabajadores del campo, pronúnciense. Bueno, las centrales azucareras están quebradas, las haciendas expropiadas están improductivas, la industria del café colapsada y los ganaderos arrechos por la falta de insumos y la regulación de los precios.
Apelando a sus antiguos compañeros de labores, Nicolás intentaba remendar el capote. Camaradas, del Sindicato de Transportistas que tienen que decir. En ese instante, miles de chóferes de autobuses comenzaron a tocar sus cornetas, como señal de protesta y una inmensa pancarta, dejó la razón, a la vista de todos: No hay repuestos, los precios del pasaje siguen congelados y el gobierno no cancela el ticket estudiantil.
Ya sin aliento, Nicolás, pudo observar que un grueso sector de los manifestantes, no se había expresado y pensando que estaban a su favor, se dirigió a ellos…camaradas, que están allá atrás, tírenme una palomita, por favor. Si como no, somos desempleados y queremos trabajo fue la hiriente contestación.
Profesores y empleados de la Universidad Bolivariana y la Unefa reclamaban al unísono la apertura de concursos de oposición, el pago de los pasivos laborales, la elección de las autoridades y lo más sorprendente ¡¡¡la aplicación de las Normas de Homologación!!!...no nos calamos esa normativa laboral-patronal, mal llamada Convención Colectiva Única…Viva la U / Viva la U / viva la universidad. Fuera la Bo / fuera la Bo / Fuera la bota militar…era el coro de los universitarios.
Jaua, viendo aquel descontento creciente, como toda una cheer-leader, comenzó a gritar una vieja consigna “Con hambre y desempleo/ con Maduro me resteo”….la pita y las mentadas de madre no se hicieron esperar. Arreaza, intentó tapar todo aquello, cantando ¡¡¡ Patria Querida!!! Y la lluvia de piedras oscureció el cielo por completo….la masa enardecida asaltó el Palacio gritando: Fuera, Fuera incapaces y corruptos.
