lunes, 1 de abril de 2024

 










Judas Isca…bigote
Jesús Elorza
En casi todo el territorio
venezolano hay una costumbre en la que distintas comunidades tienen una amplia participación el Domingo de Resurrección. Se trata de La Quema de Judas, esta tradición tiene un significado simbólico de justicia popular, pues a través de esta el pueblo expresa sus quejas y descontentos con relación a los acontecimientos políticos y comportamiento de figuras públicas y funcionarios del estado, de igual forma trata de dar finiquito simbólico a la cuaresma para garantizar su resurrección el próximo año. El motivo original es recordar la traición de Judas a Cristo, y simbólicamente alude a la traición del personaje escogido para ser el Judas, a su pueblo, comunidad ó hasta el país.
La ceremonia comienza cuando es seleccionada la persona de la comunidad, estado o país que sea considerada por sus acciones una amenaza para la sociedad y que sea merecedora de burlas o escarnios.
Este año, fue escogido de manera unánime en todas las parroquias y municipios del país, Nicolás Maduro por su autocrático, demagógico, represor, hambreador, corrupto, y anticonstitucional desempeño como gobernante. Fueron objetos de la burla del pueblo, su incapacidad y la de sus ministros para atender y resolver los problemas. Entre los versos que configuraron los distintos testamentos, resaltan los siguientes:
I
“Quiero decirles
que es una idea mía
que las Universidades
no tengan autonomía”.
II
Para el Nuevo Poder Obrero
no tengo ningún tabulador
y ordene meter sus contratos
en el congelador.
III
Con genocida intención
decrete
Salarios de Hambre
Para toda la población.
IV
Para aumentar este desastre
a través de la ONAPRE
el salario de los educadores
lo pulverice.
V
En las cajas de ahorros
hay un robo descarado
lo que corresponde por ley
tte lo has embolsillado
Antes de que le prendieran candela a este judas rojo-rojito en todos los barrios de Venezuela, se escuchó su último deseo:
VI
No soy Judas Iscariote
aunque siempre se me ve el bojote
por eso pueden llamarme
Judas Isca…bigote.
La intensidad de las llamas y los fuegos pirotécnicos fue tan grande, que muchos en Maracay pensaron que Cavim se había vuelto a incendiar.

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