domingo, 8 de marzo de 2020



   MUJER Y DEPORTE
Jesus Elorza
















MUJER Y DEPORTE
Jesus Elorza
 Cada 8 de marzo desde 1975 celebramos el Día Internacional de la Mujer , una jornada que conmemora la lucha de la mujer por la igualdad y que pide la equidad de derechos en todos los ámbitos de la sociedad. Una labor que, desgraciadamente, continúa siendo necesaria. Aún se deben romper las brechas que continúan latentes y promover el ‘empoderamiento’ y la emancipación de la mujer del S.XXI.
La violencia hacia las mujeres, en sus diferentes formas, es uno de los problemas mas graves a los que se enfrenta actualmente toda la sociedad. El maltrato familiar, los abusos sexuales, el acoso sexual, la mutilación genital, el tráfico de mujeres y niñas, la explotación de mujeres, son manifestaciones contra la libertad de las mujeres y, en consecuencia,una grave e intolerante violación de los derechos humanos.
En el deporte también existe una gran desigualdad en todos los ámbitos: jugadoras, entrenadoras, juezas/árbitras, directivas y demás profesionales relacionadas sufren día a día todo tipo de discriminación por motivo de género. La sociedad patriarcal en la que vivimos les asigna roles que las subordinan y/o invisibilizan frente a lo masculino.  Sin embargo, es importante senalar que  lo largo de los siglos, las mujeres han tenido que abrirse paso en contra de los prejuicios y las trabas que les ponía una sociedad que creía que ellas no podían, o no debían, hacer deporte. Tradicionalmente, la mujer ha sido excluida de la práctica deportiva porque no encajaba en su rol de género, pues se consideraba que no reunía las condiciones necesarias para practicar una actividad que realizan los hombres.
Pretextos culturales y religiosos, son utilizados por las sociedades como la Saudi, para apartar a las mujeres del deporte y la educación física. Argumentos como que “la virginidad de las niñas podría resultar afectada por el exceso de movimiento y los saltos”, o que los deportes son para la mujer “pasos del diablo” que contribuyen a su corrupción moral y a un comportamiento antiislámico, o que la mujer corre especiales riesgos si en la práctica deportiva se mezclan ambos sexos, ofrecen pistas de las dificultades con las que se encuentran las mujeres también a propósito del deporte.
La historia de los Juegos Olímpicos (JJOO), acontecimiento internacional más universal en el ámbito del deporte moderno, refleja fielmente la evolución de la mujer en el deporte de competición. Los JJOO nacen en 1896 gracias al empeño de un aristócrata y pedagogo francés, el Barón de Coubertin, que tras varios intentos convenció a los miembros del Congreso Olímpico para instaurar este evento internacional y reproducirlo cada 4 años en un lugar distinto del mundo. Los ideales olímpicos, en esos momentos, incluían la paz mundial, el hermanamiento entre los pueblos y la educación integral de la juventud, sin embargo, discriminaban  a las mujeres. El lema “Citius, Altius, Fortius” representaba el ideal masculino en el deporte. La mujer no tenía cabida en un mundo de hombres que desde la antigüedad venían imponiendo su concepto de superioridad. El propio Barón de Coubertin argumentaba "que la presencia de la mujer en los estadios resultaba antiestética, poco interesante e incorrecta, mostrando así un rechazo manifiesto hacia la participación femenina".
Transcurrido más de un siglo, desde que se inauguraron los JJOO de Atenas, la mujer ha transitado en el tiempo por un camino con luces y sombras, luchando para alcanzar la igualdad en el deporte. En primer lugar, para no quedar excluida de un fenómeno social que representaba la modernidad, el principio de una nueva democracia y la igualdad entre los seres humanos. En segundo lugar para demostrar que no es inferior al hombre, para hacer visibles su competencia y sus cualidades.
La historia recoge la epica hazaña de una mujer griega que en 1896 intentó correr la maratón junto a los hombres y fue excluida. Stamata Revithi, decidió correr un día después como protesta por esta discriminación. Ya en los JJOO de París, cuatro años más tarde, se permitió la participación de la mujer en disciplinas femeninas (golf y tenis) y mixtas (vela, croquet e hípica). Compitieron 22 mujeres y se le atribuye a la tenista británica Charlotte Cooper la primera medalla de oro femenina. En Vela, bajo bandera Suiza, Helene de Pourtalés consiguió el oro junto a su marido. Alice Milliat ha sido considerada por el movimiento olímpico la abanderada de la lucha por la inclusión de la mujer en los JJOO. Fundó la Federación Internacional del Deporte Femenino en 1921 y fue la precursora de los JJOO femeninos que se celebraron en varias ediciones, destacando las de 1930 en Praga y 1934 en Londres. Su influencia fue decisiva para que el Comité Olímpico incluyera, en Amsterdam (1928), las pruebas de atletismo femeninas en el programa olímpico.
Las desigualdades de género son particularmente visibles en el caso de los deportes profesionales: sin contratos laborales, sin convenios, sin ligas profesionales, obligadas a firmar claúsulas denigrantes como las relacionadas con el embarazo y la cesión de sus derechos de imagen. Deportistas que ni siquiera llegan a cobrar el Salario Mínimo Interprofesional, árbitras y juezas que son insultadas y amenazadas impunemente, entrenadoras que no llegan a los banquillos de la excelencia deportiva, directivas que no acceden a puestos de responsabilidad en las federaciones deportivas o en los Comites Olimpicos. Todo esto y más, por ser mujer.

Resultado de imagen para Kathrine Switzer
Muchas cosas han cambiado desde la atleta Kathrine Switzer, a la que un comisario intentó frenar en plena competencia, para que no acabara en 1967 el maratón de Boston, se convirtiera en un icono de la lucha por la igualdad de la mujer en el deporte. Muchas pioneras, nacionales e internacionales, derribaron muros impensables para la época y contribuyeron a normalizar la presencia femenina en el deporte mundial. En el caso venezolano, hay que destacar a Gerdd Muller y Ursula Seller, que lograron vencer la barrera de la discriminacion y participar representando al pais en los Juegos Olimpicos de Helsinky 1952 en Esgrima. Mencion especial merecen las Entrenadoras Deportivas, que atendiendo a las directrices de su gremio , el Colegio de Entrenadores Deportivos de Venezuela CEDV, tuvieron una participacion activa y solidaria en la Huelga de los Entrenadores en la primera semana del mes de mayo 1975,  exigiendo el derecho a mejores condiciones laborales y el repeto a su dignidad como mujer.
En el Día Internacional de la Mujer, debemos comprometernos a hacer todo lo posible para superar los prejuicios arraigados, apoyar la participación y el activismo y promover la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer. Los Derechos de la Mujer son Derechos Humanos

No hay comentarios:

Publicar un comentario