CON MI NEGOCIO NO TE METAS

Jesús Elorza

Tras la protesta del Expreso Azul por el caso del jugador Gregory Vargas, la Junta Directiva de La Liga Profesional de Baloncesto,  presidida por Allison Chacón, decidió mantener el triunfo de la escuadra barquisimetana en el sexto enfrentamiento y reanudar las acciones con la disputa del séptimo juego, el sábado a las 7:30 pm en el Domo Bolivariano de la capital larense.

Los argumentos expuestos por Trotamundos no convencieron a los propietarios y gerentes de equipos, quienes optaron por doblegarse ante la violación de la autonomía de las organizaciones deportivas por parte un Juzgado Superior en lo Civil, Contencioso y Administrativo al dictar una medida cautelar que permitía la participación de un jugador suspendido con anterioridad.

Los dueños de los equipos optaron de manera timorata no hacer valer los reglamentos de la organización y aceptar la participación del jugador suspendido. Mantener el negocio, parece ser el argumento central de la decisión, pasando por alto que con ello dejan de lado y sin efecto alguno a todas las instancias de los Comités Técnicos y Consejos de Honor de la liga. Ahora, quien decide serán los tribunales revolucionarios de la república. Hecho este que no debe sorprender al mundo del baloncesto, puesto que, recientemente se produjo la ilegal intervención del ilegal Tribunal Supremo de Justicia Revolucionaria en el proceso electoral de la Federación Venezolana de Baloncesto.

Para no quedar desnudos y expuestos como cobardes, los dueños de equipos, también decidieron “Que el base armador mirandino, el gran protagonista del impasse, no pueda participar en el decisivo encuentro”. Dictamen que se podría considerar ambiguo y que causó confusión en todo el entorno de la liga, considerando que el embrollo se generó precisamente con la inclusión del referido atleta en el juego anterior, en el que Guaros resultó victorioso.

Sin un comunicado oficial de la LPB, surgieron un gran número de interrogantes. Como explicar, que con la alineación indebida de un jugador sancionado el juego no fue confiscado y ahora el mismo atleta no puede participar en el juego final….o por el contrario,  si la acusación de Trotamundo no contó con suficientes alegatos como para tener validez, ¿por qué no se decretó el forfait a Trotamundos y darle el título a Lara?....la medida cautelar es válida para un juego ¿pero no para otro? Esta ambigua situación, recuerda la famosa frase “Si pero no, sino todo lo contrario”.

A estas alturas, el jugador estará preguntándose ¿Cómo quedo Yo en este peo? Me permitieron jugar y ahora no…que arrechos son.

En síntesis, el deporte profesional o no queda sujeto a la intervención de terceros que amparados en una falsa e ilegal justicia revolucionaria arremeten contra la autonomía del sector deportivo, con la complacencia servil y timorata de una dirigencia que no lucha por defender sus derechos y solo se preocupa por sus negocios.