Banco de los Camaradas de la V
republica
Jesús Elorza
En los pasillos de la Facultad de Economía de la Universidad , el tema
de conversación giraba en torno al cierre por más de tres semanas del Banco
Central de Venezuela (BCV). Por más que trato de entender, no consigo una
explicación lógica para esta situación, comentaba uno de los estudiantes.
-Yo que soy un ratón de biblioteca, he
buscado y requetebuscado en los textos de Adam Smith, Milton Friedman,
Alan Greenspan, John Stuart Mill, Karl Marx y tampoco consigo ninguna
orientación que me ayude a entender esta situación, señalaba Luis, estudiante
del último año.
El profesor de la cátedra de Economía y
Política viendo el estado de incertidumbre generalizada, se atrevió a
intervenir para tratar de orientar a sus estudiantes en la comprensión del
problema planteado:
…Haciendo un poco de historia, debo
señalarles en primer lugar que a pesar de que la Constitución de 1999
–Art. 318- establece la autonomía del BCV, fueron Hugo Chávez y Nicolás Maduro
quienes eliminaron su independencia, convirtiéndolo en un organismo subordinado
a los caprichos de Miraflores. El Presidente de la institución tiene que ser designado
por la Asamblea
Nacional , sin embargo, Maduro y el TSJ le arrebataron esa
competencia al Parlamento. Ahora, ese funcionario, por órdenes de Maduro, ni
siquiera acude a las comparecencias a las que los diputados de la Asamblea Nacional
le convocan, violando, en consecuencia, “el principio de responsabilidad
pública” señalada en el artículo 319 de la Constitución. Esto ,
apreciados estudiantes, nos da un marco de referencia para decir que el
centralismo totalitario del ejecutivo nacional clavó sus garras en la
institución bancaria.
Ninguno de los factores asociados con el
banco se ha salvado de la razzia: ni el bolívar, ni el capital humano, ni las
reservas internacionales, ni las variables macroeconómicas, ni las
instalaciones.
Las consecuencias de esa política
totalitaria impuesta por el régimen del socialismo del siglo XXI se evidencian
en que el BCV dejó de cumplir las funciones básicas para las que fue creado: no
se ocupa de lograr la estabilidad de precios, ni preservar el valor interno y
externo de la unidad monetaria, a pesar de que las dos reconversiones -2008 y
2018- le tumbaron ocho ceros a nuestra moneda, en un período de crecimiento de
los ingresos petroleros; es uno de responsables fundamentales de la
hiperinflación porque no detiene la emisión inorgánica de dinero; no controla
el gasto excesivo del Gobierno, quien ha contado con la aprobación de la
directiva del BCV para perpetrar toda clase de desmanes; no propicia los
equilibrios macroeconómicos, uno de los cuales es mantener la relación adecuada
entre la masa monetaria y la generación de bienes y servicios; no ejerce
funciones de coordinación de la política económica para “alcanzar los objetivos
superiores del Estado y la
Nación ”, Art. 318; no participa activamente en el diseño y
ejecución de la política cambiaria, crediticia y fijación de las tasas de
interés; permitió el saqueo del Fondo de Estabilización Macroeconómico; ha
autorizado el endeudamiento del régimen en el plano nacional e internacional de
forma escandalosa, en una etapas en las que han abundado los recursos fiscales
provenientes del crudo; no ha salvaguardado las reservas internacionales del
país, patrimonio que se ha reducido en más de dos tercios durante la última
década.
En otras palabras, el BCV fue transformado
en un apéndice servil del régimen, colocando el Tesoro Nacional solo al
servicio de la “revolución socialista”. Convirtieron al Banco Central en una
factoría de Miraflores para cometer actos ilícitos: traficar clandestinamente
con el oro y otros minerales preciosos, ocultar o maquillar las cifras del
comportamiento económico y eludir los controles institucionales.
No resulta extraño, continuo explicando el
profesor, que hoy vemos con profunde rabia e impotencia como toneladas del oro
que estaba en las bóvedas del banco han sido sacadas progresivamente para un
destino o negociaciones desconocidas; pareciera ser que la consigna del
régimen, ahora es “Oro o Muerte nos llenaremos”.
Al final, los estudiantes coincidieron con
el análisis del profesor y en consecuencia, tomaron la decisión unánime de
incorporarse activamente a la ruta democrática para luchar por el cese de la
usurpación, un gobierno de transición y el llamado a elecciones libres…El
argumento principal expresado por los estudiantes era que solo superaremos la
profunda crisis que hoy vivimos con un cambio de gobierno.