PEDRO “HALITOSIS”
Jesús
Elorza
En
el barrio, uno de los malandros viejos, estaba de lo más feliz al escuchar a su
pana, el camarada Nicolás, anunciar que, en su plan para estimular el ahorro,
se contempla vender a la población pequeños lingotes de oro de 1.5 y 2.5 gramos
certificados por el Banco Central.
-Por
fin, mi sueño dorado se va a cumplir. Desde 1978, soy un fiel fanático de la
canción de salsa compuesta por Rubén Blades. Tanto así, que desde esa fecha me
visto y camino como el personaje central de la canción “Pedro Navaja”. Sombrero
de ala ancha, gabán y zapatillas forman parte inseparable de mi personalidad.
Estoy tan identificado con esa figura, que en el barrio todos me llaman Pedro.
Sin
embargo, algunos jodedores me chalequean, diciéndome que sin el diente de oro
soy un ser incompleto. He hecho todo el esfuerzo posible por resolver este
punto pero que va, no he podido coronar esta aspiración. Lo más cerca que
estuve de resolver este punto, fue cuando uno de mis compinches consiguió
empleo en el Banco Central, y le pedí que se embolsillara un lingote. Pero,
como dice la canción “sorpresas te da la vida”…mi pana me informó que las bóvedas del banco !!!estaban vacías!!!
Que gran parte del oro, se lo habían llevado para Cuba y China, y otro tolete
lo depositaron en bancos de los paraísos fiscales.
-Bueno,
pero ahora llegó la hora de comprarme mi lingotico revolucionario y mandarme a
hacer mi prótesis dorada. Ya me voy a visitar al aguantador de la zona para resolver
el punto.
-Hola
Pedro, que me traes.
-Nada
mi pana, hoy vine a comprar.
¿?....no
entiendo. ¿Cómo así? Cambiaste de modus operandi o te volviste zanahoria.
-No
vale, Yo sigo en el trabajo de expropiación revolucionaria a punta de pistola.
Pero, como van a vender oro, quería comprarte lo necesario para cumplir mi
sueño.
-Ok,
¿cuantos gramos o kilos necesitas?
-Déjame
llamar al sacamuelas del barrio, para pedirle esa información.
-Hola
mi doctor, como anda. Infórmeme cuanto oro necesito para que me fabrique un
implante dental.
-Te
digo que el oro es un mineral extraordinariamente dúctil y maleable, por lo que
resulta fácil confeccionar prótesis dentales con él, que además tienen grandes
propiedades químicas (no produce alergias), físicas y mecánicas. Los dientes de
oro son muy duraderos y no se fracturan fácilmente: las coronas o fundas de oro
aguantan muy bien el paso del tiempo.
-Déjate
de chácharas conmigo. Dime cuanto necesito y punto.
-Bueno,
creo que vas a necesitar unos 20 gramos (10 o 15 pa’l diente y el resto pa’
mi).
Ok,
¿Y en billetes cuanto es esa vaina?
-Ya
te saco la cuenta, dijo el aguantador:
Si
el lingote de 2.5 gr cuesta 6.300 BS, el gramo quedaría en 2.520 BS x 20 que tú
necesitas, entonces estamos hablando de 50.400 BS más el 10% que te voy a
cobrar por la venta, serian en total 55.440 BS. Si lo redondeamos estaríamos
hablando de sesenta lucas soberanas (60.000 mil BS).
-Coño,
eso es más de 33 salarios mínimos. O sea, que debo pasar treinta y tres meses
sin comer para poder comprar 20 gramos de oro…..no me jodan, tendré que atracar
a uno de los camaradas enchufaos para conseguir esa bola de billetes. Nicolás, me vaciló con ese anuncio.
Creo que el coro de la canción se adapta a la situación “Maduro te da sorpresas
/ sorpresas te de Maduro”. Ese anuncio, solo favorecerá a los bolichicos del
régimen, que con los dineros de la corrupción seguirán dándose la gran vida
bañándose en oro. El resto de los
ciudadanos, seguiremos pelando bola. Nicolás, vete a lavar ese paltó, con tu
falsa política de ahorro.
El
aguantador, viendo la depresión de su principal proveedor de mercancías
robadas, se animó a decirle que pudiera pensar en otras posibilidades para
cumplir su sueño dorado.
Por
ejemplo, piensa, no en oro 18 quilates sino en oro cochano o en cualquier tipo
de fantasía. También, puedes pensar en una salida extrema.
Dime
cual.
Dejarte
de cepillarte los dientes y con el tiempo iras viendo como tu sueño se va
haciendo realidad. Tus piezas dentales se tornarán de un color amarillo y
podrás decirles a tus compinches que son dientes de oro. Y cuando rías, no van
a brillar como dice la canción, pero ten por seguro, que el olor nauseabundo de
tu aliento sorprenderá a todos.
Con
el paso del tiempo, la página de sucesos de los medios de comunicación, informaban
de un asaltante que era conocido con el remoquete de Pedro “Halitosis” por el
mal olor que salía de su boca cuando gritaba “Quieto que es un asalto.”