Jesús Elorza
Todos los miembros del gabinete ejecutivo esperaban ansiosos los resultados de la reunión de Maduro con el Comandante Presidente. Pero, a medida que pasaba el tiempo el nerviosismo iba tomando cuerpo en todos ellos. Ya tenemos una hora esperando y todavía no hay información, dijo el presidente de PDVSA.
-Tranquilo camarada, recuerde que con la cánula traqueal en su organismo no es fácil comunicarse, señalo Jaua.
- A lo mejor es que todavía esta bajo los efectos de sedación y no ha despertado del todo, expresó Aristóbulo.
- A la tercera hora, el pánico se había transformado en terror. Será que esta muerto y Nicolás no encuentra como decirlo, opinó el Ministro de la Defensa.
La calma retornó al salón de espera cuando uno de los médicos cubanos salio para informarles que todo estaba bien y que dentro de poco el vicepresidente los iba a atender. Todos respiraron tranquilos al recibir la noticia y las amenas tertulias entre los ministros retomaron su lugar.
- Como te ha ido con la devaluación preguntó Giordani a Merentes. Del carajo, fue la respuesta. Ahora estoy inundado de bolívares. Antes cambiaba los dólares petroleros a 4,30 Bs. y ahora lo hago a 6,30. Debes entender que las arcas se volvieron a llenar y tenemos recursos de sobra para la próxima campaña electoral.
- El resto de los ministros, con caras de pocos amigos manifestaron que no encontraban como atender los reclamos de aumento salarial para los trabajadores de su despacho por cuanto estaban exigiendo una indexación similar a la inflación y tú (refiriéndose a Giordani) con el argumento del socialismo, te opones al incremento salarial y pretendes que los trabajadores aplaudan la devaluación.
- Yo quede como una habladora de pendejadas frente a los miembros de la comunidad universitaria por que los Bonos Petrorinocos perdieron de un solo guamazo el 46% de su valor y ahora los obreros, empleados y docentes reclaman con sobrada razón un aumento salarial no menor al 147%.
Cuando la tertulia se estaba poniendo al rojo vivo, salió Maduro.
¿Qué pasó? Gritaron todos.
¡¡Nada en especial!! fue la sorpresiva respuesta.
- Como que nada, en cinco horas que estuviste reunido con nuestro Líder Único, ¡¡No pasó nada!!...nos viste cara de bolsas o es que la gravedad del enfermo es terminal y te da culillo decirlo.
No vale, respondió tranquilamente Nicolás. Lo que pasa es que como Hugo no puede hablar por la cánula que le pusieron ahora se comunica con sus doctores cubanos a través de mímica y como yo no domino ese lenguaje de señas, tuve que hacer un curso intensivo de casi 5 horas para poder entenderlo y hacerme entender. Por esa razón es que se prolongó tanto la reunión.
- Atónitos, los ministros se vieron las caras unos a otros y al unísono preguntaron: Y después que lograste aprender el Alfabeto Dactilológico ¿Qué dijo nuestro máximo y único Líder?
Bueno, en cinco minutos le explique la entusiasta recepción que tuvo su amado pueblo con las medidas económicas que hemos tomado y que se han traducido en la abundancia de los productos alimenticios en los anaqueles de los supermercados. La aceptación en la totalidad de la población de la no aplicación de la amnistía a los presos políticos, el triunfó de nuestras gloriosas fuerzas armadas contra los indios Pemones y el apoyo entusiasta de los estudiantes venezolanos frente a la Embajada cubana por su regreso al país.
- Coño Nicolás, la botaste de Jonrón. Ese fue un informe muy objetivo y acorde con la realidad nacional, expresó emocionadísimo Diosdado.
Prudentemente, el resto de los ministros, indagaron sobre lo que dijo el Líder al mensaje de su sucesor.
Muy breve, solo se limitó a hacerme la señal de costumbre…fue la lacónica respuesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario